Las puertas del infierno y las del paraíso

Hoy escribe Fernando Bermejo

Hace ya mucho tiempo introduje en el blog el texto que sigue. Dado que no está registrado en la carpeta de "Textos Zen", vuelvo a introducirlo ahora. Al fin y al cabo, es digno de ser meditado largamente.

Un guerrero llamado Nobushige fue a ver al maestro Hakuin y le preguntó: “¿Hay realmente un paraíso y un infierno?”.

-“¿Quién eres?”, preguntó Hakuin.

-“Soy un samurai”, respondió orgullosamente el guerrero.

-“¿Tú, un samurai? -exclamó Hakuin-. ¿Qué gobernador te aceptaría en su guardia? ¡Tienes un aspecto de pordiosero...!”.

Nobushige se encolerizó tanto que hizo ademán de desenvainar la espada, pero Hakuin continuó: “¡Así que tienes una espada!. De todos modos, no está lo bastante afilada como para cortarme la cabeza”.

Mientras Nobushige, lleno de ira, desenvainaba su espada, Hakuin exclamó:

-“¡Aquí se abren las puertas del infierno!”.

Al escuchar estas palabras el samurai, comprendiendo la enseñanza del maestro, volvió a envainar la espada e hizo, en señal de respeto, una profunda reverencia.

-“Aquí -observó Hakuin-, aquí se abren las puertas del paraíso”.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
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