Método para recuperar al Jesús de la historia según Gonzalo Puente Ojea (I) (192-04)

Hoy escribe Antonio Piñero


Comenzamos por unas consideraciones generales que parten de un triple supuesto:


A. La historicidad del personaje Jesús de Nazaret (en dos notas anteriores hemos intentado explicar cómo y con qué reflexiones sobre los textos evangélicos y pasajes de Flavio Josefo lo prueba GPO)

B. En la transmisión oral de los datos sobre cualquier personaje histórico se producen tergiversaciones = Jesús no escribió nada...

C. La comparación simple de la imagen de Jesús de los diversos Evangelios entre sí y con la teología posterior acerca del personaje evidencia que se ha dado una idealización posterior.

Cómo ha sido esta idealización es objeto de múltiple estudio y reflexión

Opina GPO que la recuperación de los rasgos históricos de Jesús no es tarea fácil porque su figura se ha utilizado -casi desde el inicio del movimiento cristiano y gracias a la difusión de escritos ad hoc --por ejemplo, los Evangelios y las cartas de Pablo-- para propagar una ideología religiosa que el análisis demostrará ser muy distinta y distante de la del Jesús real, histórico.

Sostiene GPO que ya las mismas fuentes primeras (Evangelios) muestran un grado de tergiversación tal que resulta difícil para la mayoría de los lectores sencillos, en los que ha calado profundamente esta otra imagen, retornar hacia un Jesús original. Pero –opina- no hay lugar para un escepticismo y desánimo extremos, como algunos opinan, ya que existen posibilidades reales de recuperación gracias al análisis y a la crítica.

Según Puente, la tergiversación nace, además:

• De la voluntad positiva de acomodar la figura del Jesús real a una visión teológica previa,

• De la coyuntura histórica de los años 30-70 del siglo I, con sus terribles movimientos revolucionarios en Judea y Galilea, que hubo de condicionar de forma notable la transmisión del magisterio de Jesús respecto a tales movimientos según las ideas que respecto a ellos tuvieran los autores de la recopilación de datos tradicionales sobre Jesús

• de que este mismo magisterio hubo de resultar alterado en la mente de los discípulos a consecuencia de las experiencias pascuales (que GPO juzga como visionarias) unidas a las conmociones anímicas producidas por la creencia firme en la resurrección del Maestro; y

• de que la misma organización de los datos de la tradición se iba haciendo ya desde el principio conforme a intereses ideológicos y teológicos, etc. (Ideología, p. 123).

A pesar de tantos inconvenientes, la reconstrucción es factible, opina GPO, aunque no se pueda llegar al dibujo de una semblanza completa del Nazareno. Existen, sin embargo, los medios para saber ciertamente qué no fue Jesús y para conocer los rasgos esenciales de su figura y misión.


La investigación ha confirmado que para tal reconstrucción hay que centrarse en los testimonios más antiguos sobre Jesús que coinciden con los cuatro evangelios aceptados como canónicos por la Iglesia, sobre todo los tres primeros, denominados “sinópticos” (es decir que pueden verse “en una misma ojeada”, puestos en columnas paralelas).

Entre ellos, la investigación está de acuerdo en que el primero en escribirse fue el de Marcos. Es necesario, pues, someter a un escrutinio racional a este evangelio, y naturalmente también a los demás, pues éstos aparte de copiar a Marcos tienen fuentes propias y peculiares perspectivas sobre el Nazareno.

El punto de partida en el análisis interno del Evangelio marcano es la ayuda de los métodos que la investigación ha ido desarrollando hasta el momento:

• Análisis literario del texto en sí y análisis comparativo con los otros evangelios;

• Crítica de fuentes o búsqueda de posibles documentos base anteriores;

• Crítica de las formas y de la redacción, es decir, indagación de las costumbres, tendencias teológicas y hábitos de los autores.

Es preciso reflexionar continuamente y obtener consecuencias de las contradicciones, incongruencias, incompatibilidades, falsas suturas de las perícopas, de la articulación de los datos ofrecidos, de las nuevas perspectivas presentadas que rompen el ritmo o sentido de lo ofrecido hasta el momento, etc.

Todo ello lleva a la convicción de que el Evangelio de Marcos y los demás escritos evangélicos que lo utilizan no son el producto de la percepción personal de sus autores, sino de las tradiciones recibidas que son reelaboradas y manipuladas profundamente por ellos según una “agenda teológica” previa.

Es preciso descubrir el Sitz im Leben, “contexto vital”, que ha generado el esquema mental de un evangelio completo, o la ideología subyacente a determinadas perícopas, naturalmente sin reducirse sólo a la temática espiritual del tal Sitz im Leben, pues el no incluir las consideraciones sociales y políticas ofrecería sólo una parte de la posible recta interpretación (Deducido de (Ideología, pp. 9-10.79.83ss; Vivir…, pp. 284ss. 294-297; Existencia, pp. 6ss.9.14ss).


En la próxima nota concluimos este tema.


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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