Líneas maestras del mesianismo del Antiguo Testamento (194-06)

Diccionario Encoclópedico W. KASPER



Hoy escribe Antonio Piñero



Como prometimos, y tras haber concluido la presentación del libro de la semana, finalizamos hoy con una exposición de las líneas teológicas maestras del artículo sobre el "mesianismo" del Antiguo Testamento según los autores del artículo “mesías” (Diccionario enciclopédico de exégesis y teología bíblica, de Editorial Herder.

Según tales autores del artículo “mesías” en su primera parte (son cuatro en total: Antiguo Testamento; Judaísmo temprano = desde el siglo V a.C. hasta el I d.C.; Nuevo Testamento = desde 70 hasta más o menos 120 d.C.; Judaísmo rabínico de los siglos II d.C. en adelante), la concepción del “mesías” en el Antiguo Testamento evoluciona a partir de la idea bíblica –y más en concreto judía- del carácter sagrado de la realeza: el rey es el conservador y el mantenedor de la justicia en su reino; es garante del bienestar de su pueblo y señor poderoso y pacífico frente al mundo exterior.

Tales expectativas no se vieron cumplidas en los monarcas de la Casa de David, y perdió su punto de apoyo real con la desaparición de la monarquía. De ahí que la mirada se dirigiera cada vez más acentuadamente hacia el futuro, comenzando por la esperanza de la restauración del reino davídico en Israel hasta llegar a la expectativa de un monarca israelita del fin de los tiempos que habría de reinar sobre un reino pacífico, universal e indestructible...

A este rey se denominaría posteriormente "ungido por Dios o mesías" por antonomasia y las concepciones sobre él adquirirían múltiples formas; además se hizo fluida la transición desde la esperanza de restauración en el tiempo histórico hasta la espera del reino definitivo en el final de los tiempos.

Las referencias a la casa de David se mantuvieron, pero al mismo tiempo se modificaron e incluso quedaron eliminadas:


• Dios hará que el nuevo reino florezca con el nacimiento de un nuevo retoño:


- Is 11: “Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.”
- Miq 5,2: “Pero tú, Belén Efratá, aunque eres pequeña entre los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas han sido desde el principio, desde la eternidad”
- Jr 23,5: “He aquí que vienen días, dice Yahvé, en los cuales levantaré a David un Renuevo justo, y un Rey reinará y prosperará, y hará juicio y justicia en la tierra.”
- Ez 17,22: “Así dice Yahvé el Señor: Y yo tomaré el más alto de los renuevos de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre un monte alto y sublime.”
- Zac 3,8: “Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti; porque son varones admirables: He aquí, yo traigo a mi siervo, el Renuevo.”
- Zac 6,12: “Así ha hablado Yahvé de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es El Renuevo, el cual brotará de su lugar, y edificará el templo de Yahvé:”


• Dios elegirá un David nuevo:

- Ez 34,23: “Así dice Yahvé el Señor: Y yo tomaré el más alto de los renuevos de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre un monte alto y sublime.”
- Ez 37,24: “Y mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un pastor. Andarán en mis decretos y guardarán mis estatutos y los pondrán por obra.”


• En Zacarías 9,9 (“Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquí, tu Rey vendrá a ti, Él es justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”) se mantendrá abierta la relación del futuro rey-mesías con Israel


• En los Salmos se mantendrá una dualidad. Por un lado habrá salmos del rey humano y, por otro lado, habrá salmos del rey que será Yahvé mismo, como 93-100.


• Sólo en los textos proféticos se llevará a cabo el teocentrismo, es decir, el gobierno de Israel por Dios, bajo otra modalidad, mediante una división de la tarea: ‘La confesión del poder de Dios se une con la confesión de la debilidad de su representante en la tierra… aumenta el ámbito del dominio del rey-mesías a la vez a que disminuye su poder soberano que pasa a Dios.


Hasta aquí esta reproducción un tanto alterada por mí del contenido de este artículo sobre el “mesías” (primera parte de cuatro: el mesías en el Antiguo Testamento) del Diccionario de exégesis y teología Bíblica de la Editorial Herder.

Mi valoración en conjunto es muy positiva por la claridad, orden y riqueza de textos. Si todos los artículos son como éste, y así lo parece en general, creo que el Diccionario que comentamos está muy bien; que es una obra que merece la pena tener en nuestra biblioteca como consulta básica junto con los diccionarios estrictamente históricos de la Biblia.

Y respecto al contenido expuesto sólo manifestaría un reparo: creo que habría sido interesante que los autores del artículo hubieran hecho mayor hincapié en la notable influencia de la teología egipcia de la divinidad ínsita del faraón y de sus cualidades, también ínsitas, de representante de la divinidad en la tierra, de encarnación de ella en el mundo de los humanos, y de ser el único garante de la justicia y de la razón universal (“Maat”, en egipcio)en el mundo de los humanos. Creo que sin el influjo de esta teología sobre el pensamiento israelita acerca de la monarquía en Israel no se habría producido a al larga el concepto de mesías o rey futuro universal, judío, que instaura el reino de Dios sobre la tierra y que media entre la divinidad y los humanos.


Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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