Características principales del reino de Dios (Ib y II) (192-17)

Hoy escribe Antonio Piñero


Seguimos con las líneas maestras, esenciales, de la reconstrucción de la figura del Jesús según Gonzalo Puente Ojea (seguimos con el Apartado B: “reino de Dios”, que iniciamos en la postal anterior). Hacemos un resumen, no un desarrollo.


Las características principales del reino de Dios, según Jesús, eran las siguientes, en opinión de GPO:

Es un reino futuro; está cercano, pero aún no ha llegado. Son casi una quincena los pasajes evangélicos que lo afirman claramente Por ejemplo,

- Mc 1,15: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva”;

- Mc 11,10 “¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! = ¡Hosanna = en las alturas!»”;

- Mc 12,34 “¡Bendito el reino que viene, de nuestro padre David! = ¡Hosanna = en las alturas!”;

- Mc 13,30-31.32-37 “30 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.33 «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento.34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele;35 velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada.36 No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos.37 Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!»”;

- Mc 14,25 y par.: “Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»”;

- Mt 6,10: “Venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.”;

- Mt 7,21-22: “21 «No todo el que me diga: “Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.22 Muchos me dirán aquel Día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?””;

- Lc 1,32-33: “El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.»”;

- Lc 10,9: “Curad los enfermos que haya en ella, y decidles: “El Reino de Dios está cerca de vosotros.””,
etc.).

• Los dos únicos textos que hablan aparentemente de un Reino que comienza en el presente, que ya está aquí, , Lc 11,20 y 17,20, dan a entender otra cosa distinta que lo afirmado por la exégesis usual:

- El primer pasaje es el siguiente: Lc 17,20-21:

“20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir.21 Y no dirán: “Vedlo aquí o allá”, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros.»”

El significado de (“el reino de Dios está entre vosotros”) es oscuro, pero está dentro de un contexto que y piensa y evoca nítida y absolutamente un Reino futuro. Estúdiese el contexto y se observará claramente que Jesús habla del futuro.


- Este primer pasaje contiene una parte Lc 17,20 que debe comentarse por sí misma:

“20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin conjetura” ( la versión de Biblia de Jerusalén antigua «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir” es claramente partidista; presupone lo que se debe probar).

De esta frase sólo emerge claramente que cuando venga en el futuro ese reino de Dios todos lo conocerán: será visible y evidente; no hará falta conjetura alguna. Entendido así casa perfectamente con la idea global de Mc 13 (“Pequeño apocalipsis sinóptico”) de que el Reino de Dios vendrá con toda claridad… y según Jesús acompañado de fenómenos cósmicos… por lo tanto, no se puede decir que es algo silencioso que ya está aquí y dentro de los corazones…, etc.

Segundo texto: la exégesis de Lc 11,20 (“Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.”) indica que los exorcismos de Jesús son un signo del Reino futuro. La frase “ha llegado hasta vosotros el reino de Dios” señala sólo que los inicios, prenotandos, albores, o como quieran denominarse, del Reino se han hecho presentes porque Satanás comienza a ser derrotado. La prueba concluyente está en Lc 10,9.17 donde Jesús envía a los 72 discípulos a predicar la futura venida del Reino y les ordena sanar enfermos y expulsar los demonios = Satanás está siendo derrotado. Eso indica que la venida del Reino, futura, ¡está cercana!

Las parábolas de

• La semilla (Mt 13,24),

• El grano de mostaza (Mt 13,31) o

• La levadura (Mt 13,33)

no se refieren a que el Reino está ya aquí y que crece lentamente, sino que su éxito final, con unos comienzos modestos, es absolutamente feliz y seguro. No ha comenzado ya ese Reino, pues “nadie sabe, ni el Hijo, sino sólo el Padre” cuándo vendrá (Mc 13,32).

Para Jesús y sus discípulos el Reino o estaba ya allí, o bien aún no estaba allí (GPO parafrasea aquí a Johannes Weiss). No hay una tercera posibilidad, y el conjunto de los documentos no autoriza a pensar lo contrario.

• El reino de Dios futuro contendrá una mezcla de bienes materiales y espirituales. Eclosionaría con él una nueva era mundana, una nueva "politeia" (una nueva constitución político-teocrática de Israel, contrrolado por el Altísimo por medio de su (el rey mesiánico) o sus representantes = sumo sacerdote también) en la que la única “constitución” sería la ley de Moisés, en la tierra de Israel renovada y purificada en donde se acabaría toda opresión e injusticia. Esta paz se extenderá al mundo entero en determinadas condiciones.

- El reino de Dios sería la nueva Jerusalén para cuyo advenimiento Dios provocaría una compleja metamorfosis política, religiosa, social y económica de Israel y como consecuencia e indirectamente del resto de las naciones: surgiría un mundo recreado y paradisíaco. La nueva Jerusalén descendería sobre el solar de la antigua en forma radiante y esplendorosa.


- El signo del Reino es el banquete mesiánico (Mt 8,11; 22,2), que es una metáfora de abundantes bienes materiales y que es claramente futuro;

- Jesús promete a sus discípulos el ciento por uno ya en esta vida (Mc 10,30) y un puesto prominente en él como jueces de todo Israel (Mt 19,28);

- Los discípulos pugnan, cada uno, por ser el primero dentro de ese Reino (Mc 10,37): es decir está tomando puestos pare el bienestar futuro.

- Las Bienaventuranzas (Mt 5,3-11) sólo tienen sentido si se incluye en sus promesas la hartura de bienes materiales, (las tres primeras sobre todo)

• El reino de Dios no se evangeliza a los paganos, sino que está reservado a las ovejas de Israel (Mt 10,6). Conforme a la teología israelita común, los gentiles no están excluidos del reino (“Vendrán de Oriente y Occidente…”: Mt 8,11), pero habrán de convertirse a la fe de Israel, o bien se mantendrán a distancia en una actitud de respetuoso temor, de acuerdo con los profetas, sobre todo Isaías.

Seguiremos con esta síntesis de ideas sobre el reino de Dios según Jesús, que es una exposición un tanto descarnada, sin apenas comentario.

Saludos cordiales de Antonio Piñero.
Universidad Complutense de Madrid
www.antoniopinero.com
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