Sobre la llamada "perícopa de la adúltera" (I)

Hoy escribe Fernando Bermejo

Uno de los textos más memorables del Nuevo Testamento es ese pasaje, transmitido en el evangelio de Juan (7,53 – 8,11) aunque originalmente no perteneció a él, conocido con las típicas esdrújulas de los términos técnicos de la exégesis como la “Perícopa de la Adúltera”.

La perícopa presenta en Jn 8,6.8 a Jesús como capaz de escribir. En respuesta a las preguntas de sus interlocutores, el galileo se inclina dos veces y se pone a escribir. El narrador describe sus acciones con el verbo katagrápho en 8,6 y grápho en 8,8.

Katagrápho –usado en la Septuaginta una docena de veces– es un hápax legómenon en el Nuevo Testamento, que suele usarse para referirse a la escritura alfabética. Esto podría ser significativo, pues incluso entre la exigua minoría de quienes en la Antigüedad estaban alfabetizados, eran aún menos los que podían escribir que los que podían leer.

Se ha propuesto que estas referencias a la escritura de Jesús pueden contribuir a explicar la inserción de la Perícopa de la Adúltera en el evangelio de Juan precisamente en el lugar en el que se ha transmitido. El interpolador habría usado esta imagen de un Jesús capaz de escribir para responder a aquellos interlocutores que cuestionaban su formación en Jn 7,15.

Si esta interpretación es plausible, se comprendería mejor que los letrados, los verdaderos profesionales de la escritura en el judaísmo del Segundo Templo, aparezcan junto a los fariseos en la misma perícopa en que se retrata a Jesús escribiendo (y de hecho no aparecen en ningún otro lugar en el Cuarto Evangelio).

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
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