“Sobre los primeros principios” de Orígenes. Antología de textos básicos para el tema “Reencarnación y cristianismo primitivo”. (696. 14-10-16)

Hoy escriben Mercedes López Salvá y Miguel Herrero


De principiis III 3,5-6

Me parece lógico investigar por qué el alma humana es movida tanto por lo bueno como por lo malo. Supongo que las causas son anteriores a nuestro nacimiento corporal (...). Hay que decir que ha habido ciertas causas antecedentes que, antes de que las almas nacieran en los cuerpos, les han hecho contraer alguna culpa en sus pensamientos o en sus movimientos, por los que fueron juzgadas por la divina providencia a sufrir esto de acuerdo con su merecimiento.

El alma, en efecto, posee siempre su libre arbitrio, esté en el cuerpo o fuera de él, y el libre arbitrio siempre es movido o hacia el bien o hacia el mal y jamás el sentido de la razón, esto es, la inteligencia y el alma, puede estar sin movimiento alguno sea bueno o malo. Es verosímil que estos movimientos sean causa de los merecimientos incluso antes de que actúen en este mundo. Así, según estas causas o merecimientos, desde el nacimiento o, mejor dicho, desde antes del nacimiento, ha sido regulado por la divina providencia el ser afectado por el bien o por el mal (...). Hay que pensar que a veces hay causas anteriores al nacimiento corporal.

De principiis IV 3,10

A cada una de las que desciende a la tierra se le concede, según su mérito o el lugar que allí ocupaba, nacer en este mundo en diferentes lugares o naciones, con diferentes géneros de vida o enfermedades, engendrados por padres religiosos o por los que son menos piadosos, de modo que alguna vez un israelita puede caer entre los escitas y es posible que un egipcio descienda en Judea.

Saludos cordiales de Mercedes López Salvá y Miguel Herrero,
y subsidiariamente de Antonio Piñero
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