Citas textuales de la Biblia en los HchPe (II)



Hoy escribe Gonzalo del Cerro

Hemos dejado claro que los HchAp solamente contienen citas textuales de los libros bíblicos. Es digno también de tenerse en cuenta que sus autores recurren a textos de ambos Testamentos como quien acude a una fuente de garantía y autoridad. Esto quiere decir que, para ellos, no existe diferencia en ese aspecto entre los dos Testamentos. Analizamos hasta el momento pasajes del NT. Abordamos ahora las citas textuales del AT de los HchPe latinos (AV), que ofrecen datos particularmente interesantes.

Estas citas aparecen concentradas en dos contextos de su relato. Y están tomadas de pasajes de Isaías, Daniel y Salmos. El primero de los contextos del Apócrifo es de carácter homilético. Pedro entra en casa del cristiano Marcelo, hombre de la alta sociedad romana. En el comedor se está leyendo el Evangelio en unas circunstancias que recuerdan las de la sinagoga de Nazaret (Lc 4, 16ss). Pedro enrolla el volumen y dirige a los congregados una homilía con repetidas referencias a pasajes bíblicos.

Entre las citas, introduce un texto del profeta Isaías, precedido de una explícita, aunque indeterminada presentación: “Como dice el profeta”.

Éste es el texto en las diferentes versiones:
1) Los HchPe: “Él mismo (ipse) lleva nuestros pecados (peccata) y por nosotros se duele; pero nosotros pensábamos (putabamus) que él estaba en el dolor y estaba atrapado por los golpes (plagis)”.
2) La Vgt (Is 53, 4): “Verdaderamente él llevó nuestras pesadumbres (languores) y cargó con nuestros dolores; y nosotros pensamos (putavimus) que era como un leproso, herido por Dios y humillado”.
3) La VL: “Él mismo lleva nuestros pecados (peccata) y por nosotros se duele; y nosotros pensamos que él estaba en el dolor, en el golpe (plaga) y en la aflicción”.
4) La versión de los LXX es el texto traducido por la VL y prácticamente por los HchPe: peccata (hamartías), portat (phérei), dolet (odynâtai), dolore, plaga, affectione (póno, plegê, kakósei).

El Apócrifo expresaba unas líneas antes la misma idea de la cita con palabras propias que recogen el sentido del texto bíblico: Dios misericordioso, decía Pedro “cargó (baiulauit) con nuestras enfermedades y soportó nuestros delitos”. Con esas palabras expone una idea que pretende confirmar con la cita de Isaías. Infirmitates/aegrotationes forman el binomio en Mt 8, 17, en donde se alude al pasaje que comentamos. Pero luego, al introducir el Apócrifo las palabras textuales de Is 53, 4, ofrece una traducción directa de la versión de los LXX. Frente a ella, el texto de la Vgt es una traducción literal y bastante fiel del Texto Masorético hebreo. La expresión quasi leprosum traduce el participio pasivo del verbo nagá`, que significa propiamente “manchado”, pero que suele usarse para definir la mancha paradigmática de la lepra. Además, añade un ipse delante de portauit y un et delante de percussum (golpeado). Y todo dentro de una formulación divergente tanto por lo que se refiere al sentido como a la expresión morfosintáctica.

La versión de los LXX es, como puede apreciarse, la que han usado el autor griego de los HchPe y su traductor al latín de los AV, con estas salvedades: 1) El texto de HchPe omite el hoûtos (ipse) de los LXX.- 2) Pone en plural el término plaga y lo relaciona con un teneri, convirtiendo la expresión ternaria de los LXX en una fórmula binaria en paralelismo sinónimo: “estar en dolor y atrapado por golpes”.- 3) Suprime el tercer elemento kakósei (quebranto, aflicción).

¿Qué ha hecho el traductor con el texto de esta cita? Está claro que no sigue el tenor de la Vgt, la cual contiene elementos ausentes del texto del Apócrifo. Quedan dos posibilidades: O el traductor hace su versión directa y personal, o sigue otra versión distinta de la Vgt. La VL podía haber estado en la base de la versión por dos razones: la época de la traducción al latín de estos Hechos (quizás en los siglos III/IV) y los elementos que contiene. Lo mismo que los HchPe, la VL sigue la versión de los LXX con estas variantes: 1) Mantiene el hoûtos inicial del texto griego.- 2) Interpreta el “y nosotros” de los LXX (wa ´anáhnu) por et nos, mientras que los HchPe lo entienden adecuadamente con el valor adversativo de nos autem.- 3) Traduce por reputauimus el aoristo elogisámetha, que los HchPe convierten en imperfecto del verbo simple putabamus.- 4) Respeta los tres elementos finales dolore, plaga affectione.

Es verdad que el primer hemistiquio, salvo el iste inicial, coincide literalmente con el texto del Apócrifo. Pero ante las diferencias en éste y en otros pasajes, tengo la impresión de que el traductor pone en latín por su cuenta los textos griegos que encuentra sin preocuparse demasiado de posibles versiones existentes. Lo que sí está claro es que la VL tradujo a Isaías siguiendo la versión de los LXX, la misma que sigue el autor de los HchPe. Las coincidencias, pues, de ambos textos se explican por esta circunstancia. Por otro lado, la traducción del primer hemistiquio no tiene otra versión obvia que la de la VL y los HchPe. Es como si diéramos a dos traductores una frase sencilla para que la tradujeran del español al latín: “Yo como pan, tú bebes agua”. Con toda probabilidad las versiones coincidirían.

El otro contexto, que concentra las otras citas del AT, es la lucha de Pedro con Simón Mago en presencia del pueblo romano. Los espectadores les exigen pruebas que determinen a quién hay que creer, a Pedro o al Mago. En el clímax de la disputa, y como repuesta a la interpelación de Simón “¿Puede acaso nacer Dios?” (HchPe 23, 7), recurre Pedro a una cita bíblica, introducida también con una referencia explícita: “Al decir de él un profeta” (HchPe 24, 1).

El texto en cuestión presenta estas modalidades:
1) Los HchPe: Genus eius quis enarrabit? (¿Quién contará de su estirpe?)
2) VL y Vgt (Is 53, 8b): Generationem eius quis enarrabit (¿Quién contará de su generación?).
3) La versión de los LXX: Geneándiegésetai.

La frase es demasiado sencilla como para ofrecer elementos de discusión. Sin embargo, una de las palabras más importantes –geneá– tiene distinta interpretación en el Apócrifo y en las versiones VL y Vgt. Lo que indica que el traductor no las tiene en cuenta. Pero no deja de sorprender que una palabra, en la que coinciden las versiones de los LXX, la VL y la Vgt, sea traducida en los HchPe de forma diferente. La palabra en cuestión es la hebrea dôr, que los LXX tradujeron por geneá. Pero dado que dôr se usa preferentemente para significar generación, época, siglo, los hombres de un tiempo, los coetáneos, etc., el término de los LXX, la VL y la Vgt es más fiel al original hebreo que el genus del Apócrifo. Tanto más cuanto que la etimología de dôr tiene un significado, como quien dice, activo o móvil. En su origen, la raíz significa circuito, período, sucesión de tiempo.

El traductor tenía ya a su disposición en griego génos y geneá. Pero él, una vez más, elige una traducción libre y personal. Sin embargo, es muy posible, que el cambio lo hubiera introducido ya el autor del texto griego del Apócrifo. Pues no es razonable que si hubiera encontrado geneá, lo hubiera convertido en genus.

Con mis mejores saludos. Gonzalo del Cerro
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