Explicación del Evangelio de Judas (IV)

Escribe Antonio Piñero

Sigue la miniserie sobre este Evangelio

Texto:

Jesús se aparece ante los discípulos otra vez

Por la mañana, cuando esto había ocurrido,
se apareció (de nuevo) ante sus discípulos
y le dijeron: “Maestro,
¿a dónde fuiste y qué hiciste
cuando te alejaste de nosotros?”. Les dijo
Jesús: “Me fui hacia otra
generación grande y santa”. Y le dijeron
sus discípulos:
“Señor, ¿cuál es la generación grande y santa
20 que nos supera
y que no está en este eón?”.
Entonces, cuando escuchó esto,
Jesús rió y les dijo:
“¿Por qué pensáis en vuestro
corazón sobre la generación
poderosa y santa?

P. 37

En verdad os digo
que nadie de este eón
verá aquella [generación]
y ningún ejército (stratiá) de ángeles (ággelos)
de las estrellas reinará sobre aquella generación,
y ningún hombre
mortal (thnetós) podrá acompañarla,
pues aquella generación no proviene [ ]
que
10 ha ocurrido [ ]
la generación de los hombres que están entre vosotros
es de la generación
de la humanidad [ ]
poder que [ ]
las demás potencias [ ]
por las que reináis”.
Cuando escucharon estas cosas,
los discípulos se conmovieron
cada uno en su espíritu y no pudieron
20 decir nada.

Explicación:

Generación: probablemente de la “generación” de Set o de los espirituales.

Alejó: obsérvese por esta frase y por la siguiente cómo Jesús, que aún está en vida (aún no ha sido entregado por Judas) se comporta ya como el Revelador resucitado: desaparece de la vista de los discípulos que no saben dónde está. Luego, a la mañana siguiente, Jesús se aparece a sus discípulos de nuevo, quienes le preguntan, en su ignorancia, a dónde fue y qué hizo.

Generación grande y santa: La "raza" de los espirituales, la de Set y de Sem,como se dijo en la página anterior.

Es éste el momento en el que el Salvador deja, momentáneamente, a sus discípulos -y actuando como el Revelador del Evangelio de Juan- aprovecha para irse un momento al "cielo", al Pleroma, y reunirse allí con los seres espirituales (eones y espíritus de los gnósticos o "espirituales" ya fallecidos- que han ascendido hasta allí). Luego, el Revelador vuelve a la tierra.

Se rió: Jesús vuelve a reírse (risa a la que se ha aludido más arriba en el texto) de la ignorancia de los discípulos, equiparados a los hombres psíquicos = la iglesia oficial. Hay de nuevo una crítica tremenda a la Iglesia oficial que transmite -según los gnósticos- una simple tradición. El "espiritual" por el contrario es superior porque su sabiduría procede de un contacto más o menos directo con el Revelador.

P. 37

Nadie de este eón: Los seres carnales/hílicos no puede ni percibir la existencia de los espirituales. Están totalmente negados para el Espíritu y la gnosis.

Ángeles de las estrellas: el autor tiene una cosmología que supone (como se verá luego p. 49) que los cielos y sus astros están regidos por ángeles. La concepción de un año compuesto de 365 días al que controlan 365 estrellas, y éstas a su vez están regidas por ángeles, es ciertamente egipcia en su origen. Pero en el momento de composición del EvJd esta concepción había pasado, desde hacía siglos, a ser patrimonio de los judíos, y se había asmimilado y aceptado. En el Libro I de Henoc hay una sección (en realidad es un libro anterior, resumido e incorporado a 1 Henoc) que lleva el título Libro del curso de las luminarias celestes. fue compuesto probablemente en el siglo III a.C., y presenta ya una cosmología semejante.
En ambiente gnóstico se piensa que estos ángeles/ estrellas son siervos del Demiurgo, creados por éste. Tales siervos son los que controlan el universo entero en nombre del Demiurgo. Influyen sobre el comportamiento y destino de los mortales (la creencia en la astrología estaba muy extendida entre los judíos), e intentan que los seres humanos no sean salvados por el Revelador/Salvador.

Si se lleva a cabo con éxito la salvación, los espirituales que hay en el mundo despertarán de su sueño, recibirán la gnosis, se salvarán y en último término se escaparán del control del Demiurgo y sus satélites o ángeles servidores.

Nadie de nacimiento mortal: los hílicos no pueden asociarse, pues no tienen nada que ver, con los espirituales. La generación en la que están inmersos los discípulos es una generación humana, carnal.

Reináis: Referido al poder de los espirituales conseguido gracias a la gnosis. Véase Evangelio de Tomás, sentencia 2: “Jesús dijo: Que no cese en su búsqueda hasta que encuentre, y cuando encuentre se turbará y cuando se turbe se maravillará y reinará sobre el Todo” (BNH II 79).

Saludos cordiales de Antonio Piñero
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