Precisiones en torno al Jesús de la historia. Cuestiones de método

Hoy escribe José Montserrat:

Varios lectores me han hecho llegar sus observaciones acerca de mi libro "Jesús, el galileo armado. Historia laica de Jesús" (Edaf, 2007). Hoy me referiré a una de ellas.

En las páginas 110-112 de la obra examino los testimonios evangélicos acerca de la presencia de armas en el grupo de Jesús. Algunos lectores observan que en este punto me manifiesto inconsecuente: niego en principio el valor histórico de los evangelios, pero cuando me conviene los aduzco a favor de mis tesis. Aclararé este punto.

Mi reconstrucción histórica de Jesús se basa en documentos universalmente tenidos por históricos: Tácito, Flavio Josefo, Pablo. A partir de ellos deduzco que Jesús formó parte de una grupo armado y que fue ejecutado con "mors aggravata" por este motivo. Respecto a los Evangelios y Hechos de los apóstoles, considero que pertenecen al género literario de la leyenda (como las vidas de Buda y de Mahoma).

En el caso concreto de las armas, mi afirmación de que Jesús iba armado se basa en deducciones directas a partir de documentos históricos: Roma no crucificaba a judíos desarmados (capítulo 7º de mi libro). Por lo tanto, Jesús iba armado. Una vez constatado este hecho fundamental, acudo a las fuentes legendarias para buscar indicios confirmatorios de la tesis ya establecida, y los hallo.

En las páginas que suscitaron las reservas que aquí comento procedo a un análisis meramente literario de los pasajes evangélicos que mencionan armas en el grupo de Jesús. Después, en la página 113, examino el valor histórico de estos textos de acuerdo con mis principios metodológicos. Así pues, no es cierto que argumente a partir de los Evangelios.

Los documentos legendarios, no sólo en el cristianismo sino en todos los contextos culturales, son susceptibles de interpretación histórica por medio de los llamados "criterios de historicidad", que nunca conducen a certeza histórica, sino a constataciones más o menos probables. En mi escrito he procurado atenerme rigurosamente a estos principios de la ciencia histórica.

Propongo al respecto un breve ejercicio. Consideremos el siguiente texto:

"Entonces, la cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús. lo ataron y lo llevaron primero a casa de Anás" (Juan 18,12-13).


Procedamos en primer lugar a un análisis literario del pasaje. Las palabras clave, "cohorte" (speíra) y "tribuno" (chilíarchos) pueden tener un significado general o un significado especial (baste con consultar el diccionario griego de Bailly y el Léxicon de W. Bauer):

a) significado general, poco frecuente: destacamento armado y oficial de alta graduación;

b) significado especial, más frecuente: cohorte romana y tribuno.

Ahora bien, el significado especial es totalmente inaplicable al pasaje del Evangelio de Juan, que dice claramente que se trataba de un cuerpo de guardia judío. Por lo tanto, no se puede afirmar que Juan reseña que Jesús fue arrestado por una cohorte romana al mando de su tribuno.

Pasemos ahora al análisis histórico. De acuerdo con lo que hemos demostrado en otra parte a partir de documentos históricos, Jesús formó parte de una banda armada y fue crucificado por este motivo. En consecuencia, su arresto fue una operación militar ejecutada por las tropas romanas: una cohorte (o parte de ella) y un tribuno (o un alto oficial).

Este notable hecho quedó en la memoria de los contemporáneos. Poco más tarde, la narración fue suplantada por una leyenda que atribuía a los judíos la responsabilidad de la muerte de Jesús. Juan reproduce el tenor de la leyenda, pero en su texto han quedado incrustados dos términos a través de los cuales el historiador discierne indicios del estrato más antiguo: la cohorte y el tribuno.

En resumen: los documentos históricos permiten afirmar que Jesús iba armado. Los documentos legendarios, inesperadamente, lo confirman.

Saludos cordiales de José Montserrat Torrents.

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Postdata paa los lectores de Sevilla y alrededores



Curso sobre :

JESÚS, EL NACIMIENTO DEL CRISTIANISMO Y LA CONSOLIDACIÓN DE LA GRAN IGLESIA CRISTIANA


A cargo de Antonio Piñero
(Universidad Complutense de Madrid)


Se llevará a cabo durante los días 4, 5 y 6 de marzo de 2008, de 6 a 9 de la tarde, en el Aula Magna de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla (Aula 201) (C/ Palos de la Frontera s/n).


PROGRAMACIÓN


Día 4 de marzo:

- De 18:00 a 19:15: La imagen del Jesús histórico
- De 19:15 a 19:45: Descanso
- De 19:45 a 21:00: El nacimiento del Cristianismo


Día 5 de marzo:

- De 18:00 a 19:15: El desarrollo del Paulinismo (Pablo de Tarso y su escuela)
- De 19:15 a 19:45: Descanso
- De 19:45 a 21:00: Otras corrientes del Nuevo Testamento (el Evangelio de Mateo, Santiago y el Apocalipsis)


Día 6 de marzo:

- De 18:00 a 19:15: El Evangelio de Juan
- De 19:15 a 19:45: Descanso
- De 19:45 a 21:00: La consolidación de la Iglesia en el siglo II


Organizan: Asociación Neohelénica Prómacos de Sevilla – Instituto de Idiomas de la Universidad de Sevilla (Área de Griego Moderno) –Colaboran: Sociedad Hispánica de Estudios Neogriegos – Decanato de Filología de la Universidad de Sevilla.

La asistencia será libre. El curso tendrá un carácter eminentemente didáctico. Aquellas personas que deseen certificado de asistencia (asistencia mínima obligatoria al ochenta por ciento del curso), deberán comunicar sus datos personales (nombre, dirección postal, núm. de DNI y correo electrónico) a la siguiente dirección electrónica de la Profesora Raquel Pérez Mena (Instituto de Idiomas, Área de Griego Moderno): raquel@us.es
Para los estudiantes de la Universidad de Sevilla la asistencia al total de horas contabilizará un crédito.
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