El contexto judío de la Pasión de Jesús (IV)

Hoy escribe Antonio Piñero:

El capítulo tercero de “La verdadera historia de la Pasión” está dedicado al contexto judío de la Pasión y ha sido escrito por Javier Alonso. Quizá algunos lectores conozcan a este autor por dos libros importantes cercanos al tema: “Salomón. Entre la realidad y el mito” (Editorial Oberón, 2002) y “La última semana de Jesús” (Oberón, 2004) . Como el índice es el que mejor da idea de su contenido, lo presento ahora:

I Contexto histórico: Palestina en tiempos de Jesús

Consideraciones generales
La herencia de Alejandro Magno
Los Asmoneos
Roma
Herodes el Grande
Los hijos de Herodes: el fin de la pax herodiano-romana
Galilea
Judea, provincia romana
Poncio Pilato

II Contexto religioso y temporal: las principales fiestas judías en tiempos de Jesús

La Pascua
Los Tabernáculos


III El contexto religioso y espacial: el templo de Jerusalén en tiempos de Jesús

El Templo de Jerusalén como centro del mundo religioso judío

El centro del Universo
La expulsión de los mercaderes

IV. El contexto religioso, social y político: la sociedad judía en tiempos de Jesús

Las cuatro sectas de Flavio Josefo

V. El contexto religioso: el concepto de mesías en tiempos de Jesús
El ungido
La entrada triunfal en Jerusalén


Me parece que este capítulo es importante por dos motivos. Primero por ofrecer con detenimiento las claves intrajudías para encuadrar y entender mejor lo que se cuenta de la pasión de Jesús. Y segundo, porque en él se tratan una serie de episodios, que aunque no pertenecen directamente a los momentos del prendimiento y sufrimientos de Jesús que condujeron a su muerte, sí están encuadrados en lo que tradicionalmente se considera la “Semana Santa”, los “siete” días previos al episodio del Gólgota.



En este capítulo destacaría otros aspectos/temas tratados que pueden interesar mucho al lector: cómo se celebraba la Pascua entre los judíos y el significado de sus elementos; cómo funcionaba el Templo en aquella época; cómo hay que entender el episodio de la expulsión de los mercaderes dentro de la estructura de ese Templo, y lo que supuso esta acción de Jesús para el normal y necesario funcionamiento de aquél; la entrada en Jerusalén y su relación con el mesianismo de Jesús, y sobre todo el tratamiento sucinto del debatido tema de si el Nazareno era o no un auténtico zelota.

Este último tema es tratado por Javier Alonso dentro del contexto de las sectas judías, a propósito de cuya denominación existe entre los estudiosos también una cierta discrepancia: ¿cuáles se pueden denominar verdaderamente sectas y cuáles eran meros “partidos” religiosos de la época? ¿Cómo encajar entre ellas al cristianismo naciente, como “secta”/”partido” de los nazarenos? Dentro de este complejo, ¿cómo situar a Jesús? ¿Es verdad que el Nazareno nunca condenó la violencia? Y si aquí la respuesta es positiva, ¿puede decirse, sin embargo, que Jesús mantenía diferencias sustanciales respecto a los zelotas más radicales?

Saludos cordiales de Antonio Piñero
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