“En tres días vivirás”. La resurrección del mesías…, según Israel Knohl (II)

Hoy escribe Antonio Piñero

La ya conocida tesis de Israel Knohl sobre el mesianismo judío –en el libro cuya ficha transcribimos el otro día, El mesías antes de Jesús- afirma los siguiente: algunos textos de los manuscritos del Mar Muerto y obras judías conexas, que pueden retrotraerse hasta el siglo I d.C., incluyen ideas que hasta el momento se han considerado típica y exclusivamente cristianas –y que por tanto no lo son-, a saber:

1. El denominado “secreto mesiánico” –la orden de Jesús de que no se dijera a nadie que él era el mesías hasta después de su resurrección- que hasta ahora se creía una invención literaria del evangelista Marcos, según la tesis de Wilhem Wrede del mismo nombre, para explicar por qué Jesús no había sido aceptado como mesías por el pueblo judío y por qué había sido condenado a morir en la cruz, existió en realidad. Está en un texto de Qumrán y es algo que pertenecía a cierto tipo de mesianismo judío. Jesús no hizo más que seguir una tradición ya fija.

2. El concepto de un mesías doliente y que puede fracasar.

3. La resurrección del mesías “a los tres días”.

Consecuencias: al estar dentro de los textos de Qumrán tales ideas son judías; el cristianismo no es original a este respecto: los primeros creyentes judeocristianos en Jesús tenían ante sus ojos nociones en las que inspirarse; no hacen más que seguir tradiciones judías.

Como complemento Knohl sostiene que también en Qumrán hay antecedentes para la idea de que Jesús mesías fue “hijo de Dios”. Knohl se refiere al conocido texto 4Q246.

Para lo que sigue procederé del modo siguiente:

1. Presentaré la transcripción de los himnos y otros textos con la introducción de I. Knohl (en dos posts: éste, II, y III)
2. Ofreceré la síntesis de resultados según Knohl mismo (post IV).
3. Efectuaré unos breves comentarios (post V)


1. Para las breves explicaciones aclaratorias de los textos empleo las palabras mismas de I. Knohl.

Los himnos mesiánicos se han conservado en dos versiones paralelas. Las dos versiones son semejantes en carácter, pero al mismo tiempo cada una tiene sus rasgos peculiares. La versión 1 de los himnos se ha transmitido en tres manuscritos diferentes: 4QHe, 4QHa fr. 7, y 1QHa col. 26. Por el contrario, la versión 2 se conserva sólo en un manuscrito, 4Q491 fr. 11, col. 1. En ambas versiones hay un himno escrito en primera persona, en el cual el autor se alaba a sí mismo. El primer himno, al que los investigadores denominan “Himno de autoglorificación”, va seguido en ambas versiones por una segunda composición que invita a los miembros de la comunidad a alabar a Dios.

Signos empleados: [] = palabras perdidas por laguna del manuscrito y restaurada por Knohl
() = palabras suplidas, exigidas por el sentido

HIMNO 1, VERSIÓN 1

La base documental de la versión 1 del primer himno se halla en dos fragmentos de 4QHe. En el primer fragmento se lee:

1 el santo [consejo]. ¿Qui[én]
2 de [entre los hombres] ha sido rechazado como yo?
3 se compara a mi doctrina.
4 ¿Quién hay como yo entre los ángeles?
5 que pueda medir el [flujo] de mis labios? ¿Quién
6 soy el amado del rey, compañero del [
7 nadie puede compararse, pues yo [
8 con oro (me) coro[naré

En el segundo fragmento leemos:

1 ¿Quién ha sido [como yo] despreciado?
2 [Y ¿quién] puede comparárseme [en mi paciencia] ante las adversidades?
3 ]Me siento [

Un tercer fragmento sólo contiene partes de una única palabra.

Aunque estos textos son muy fragmentarios, podemos encontrar ayuda en otros manuscritos de la versión 1, en los que a veces se conservan expresiones paralelas en forma más completa. Las expresiones paralelas en la versión 2 sirven también para nuestro propósito. Sobre la base de estos testimonios directos e indirectos podemos reconstruir como sigue la versión 1 del himno primero:

1 [… Seré c]onta[do entre los ángeles, mi morada se halla en el] santo
2 [consejo] ¿Quié[n… y quién] ha sido [como yo] despreciado?
Y ¿quién
3 de [entre los hombres] ha sido rechazado como yo? ¿Quién ha soportado tantas aflicciones como yo? [No hay doctrina]
4 que se compare a la mía. [Pues] tengo mi asiento [en los cielos]
5 ¿Quién hay como yo entre los ángeles? [¿Quién podría cortar mis palabras? Y ¿quién]
6 puede medir el [flujo] de mis labios? ¿Quién [puede equiparárseme y comparárseme así en el juicio? Yo]
7 soy el amado del rey, compañero de los san[tos
y nadie puede acompañarme. Y en mi gloria]
nadie puede comparárseme, pues yo [… ni]
con oro (me) coro[naré, ni con oro refinado].

HIMNO 1, VERSIÓN 2

La segunda versión de este himno se conserva en las líneas 5-11 de 4Q491 fr. 11, col. 1:

5 [… para] siempre un trono poderoso en el consejo angélico. Ningún rey del pasado se sentó en él, ni tampoco los nobles.
[…¿Quién puede compararse]
6 [conmigo?] Nadie puede compararse con mi gloria, y nadie
ha sido exaltado como yo, y nadie puede acompañarme. Tengo mi asiento […] en los cielos, y nadie
7 […] Seré contado entre los ángeles, y mi morada está en el consejo santo. [Mi] des[eo] no es el de la carne, [pues] todo lo que me es precioso está en la gloria de
8 la santa [mo]rada. ¿Quién ha sido estimado más despreciable que yo? Sin embargo, ¿quién se asemeja a mí en gloria? ¿Quién es […]
9 ¿Quién como yo ha soportado [todas] las aflicciones? ¿Quién puede comparárseme en resistir las adversidades? Nadie es como yo, y no hay doctrina comparable
10 [a la] mía. ¿Quién podría cortar mi[s palabras]? Y ¿quién podría medir el flujo de mi discurso? ¿Quién puede equipararse conmigo y comparar así (sus juicios) con los míos?
11 […pu]es soy contado entre los ángeles y mi gloria
con los hijos del rey. Ni el oro, ni el [o]ro refinado

HIMNO 2, VERSIÓN 1

Hay también dos versiones de este segundo himno. Veamos en primer lugar la versión primera, conservada en 4QHa fr. 7, col. 1, ls. 13-23; col. 2, ls. 1-14.

Columna 1, líneas 13-23

13 “Entonad un cántico de alabanza, oh amados, cantad al rey de la
14 [gloria, alegraos en la asam]blea de Dios; resuene el gozo en las tiendas de la salvación, alabad en la santa morada.
15 Ensalzadle junto con las huestes eternas, atribuid a Dios la grandeza y la gloria a nuestro rey.
16 [San]tificad su nombre con fuertes labios y lengua poderosa,
levantad juntos vuestra voz
17 [en t]odo momento, tocad sonora y alegre música; regocijaos con gozo sempiterno
18 sin cesar, rendid culto en la asamblea común. Bendecid al que realiza hechos maravillosos y hace conocer su poderosa mano,
19 [se]llando los misterios y revelando cosas ocultas, levantando a los que tropiezan y a los que caen;
20 [res]taurando los pasos de quienes aguardan el conocimiento, pero humilla las orgullosas asambleas de los siempre soberbios,
21 [y confir]ma los misterios esplen[dorosos] y esta[blece] gloriosas [mara]villas; [ben]decid al que juzga con ira destructiva
22 […] en amorosa bondad, justicia, abundantes mercedes, favores,
23 […] piedad para los que han frustrado su gran bondad,
y fuente de

Columna 2, líneas 1-14

1 […]
2 [… perece la maldad…]
3 [y cesa] la [op]resión; [el opresor cesa con indignación].
4 Se [acab]a el engaño, no hay ya estúpidas perversidades;
aparece la luz, y [se desparrama el go]zo;
5 [desaparecen] la aflicción y los quejumbrosos lamentos, aparece la paz, cesa el terror; brota una fuente de [eterna] bendi[ción],
6 y por la salvación eterna… acaba la iniquidad, cesa la aflicción, y no hay ya más enfer[medad; queda eliminada la injusticia],
7 [y no existe ya la culpa. Pro]clamad y decid: Grande es Dios que obra maravillas,
8 pues humilla el espíritu altivo de modo que nada queda, y eleva al pobre del polvo hasta [las alturas eternas],
9 hasta la nubes engrandece su estatura, y [está] con los seres celestiales en la asamblea de la comunidad y […]
10 ira para destrucción eterna. Y a los que tropiezan en la tierra los levanta sin cargos, y un po[der eterno sigue]
11 sus pasos, y gozo eterno en sus moradas, gloria sempiterna que nunca cesa [por siempre jamás].
12 Decid: Bendecid a Dios que [ob]ra [ma]ravillas, que actúa poderosamente para que se manifieste su poder, [y que obra con justicia],
13 para que todas sus criaturas lo [co]nozcan, y para que con alegría en sus rostros conozcan la abundancia de su tierna [bondad y la grandeza de]
14 sus misericordias para todos los hijos de su verdad.


HIMNO 2, VERSIÓN 2

La versión 2 del segundo himno ha sobrevivido de forma fragmentaria en las ls. 13-16 de 4Q491 fr. 11, col. 1:

13 [… Regocijaos], justos, entre los ángeles […] en la
santa morada, entonad un himno
14 [… pro]clamad con sonoro grito […] en eterna
alegría, sin […]
15 […] para establecer el cuerno de [su] mesías
16 […] para dar a conocer su poder con fuerza […]



Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero
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