La distorsión de la historia de la investigación sobre Jesús (XVII)

Hoy escribe Fernando Bermejo

El quinto postulado del actual modelo historiográfico que en su momento identificamos mantiene que en la investigación sobre Jesús no sólo ha habido un progreso sustancial, sino que éste tiene lugar genuinamente en la actualidad. Sin embargo, esta idea parece responder no sólo a cierto egocentrismo académico, sino una vez más a intereses teológicos.

Al restringir la atención al ámbito contemporáneo (lo efectuado en los ss. XVIII y XIX estaría superado -"Old Quest"-, la primera mitad del s. XX no contaría -"no Quest"-, y lo hecho desde 1950 a 1980 adolecería de limitaciones), el postulado impide percibir relaciones entre épocas y reconstrucciones. Por ejemplo, afirmar que el reconocimiento de la judeidad de Jesús es una característica definitoria y novedosa de la investigación actual soslaya el hecho de que esa judeidad fue reconocida por todos los estudiosos que desde el s. XVIII mantuvieron una visión crítica, mientras que fue puesta en sordina por todos los que compartieron una visión legendaria del personaje.

Dicho de otro modo: al implicar que la construcción de una imagen verosímil de Jesús se juega en el presente, el postulado del progreso sirve para desviar la atención de los logros de la investigación pretérita que son incompatibles con la visión tradicional, así como para evitar percibir la existencia de visiones en constante pugna, eludiéndose así la naturaleza conflictiva de la investigación sobre la figura histórica de Jesús.

Saludos cordiales de Fernando Bermejo
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