Jesús “despreocupado por la pureza ritual”. El Jesús de J. A. Pagola (79-07-H)

Hoy escribe Antonio Piñero

Sigo con el comentario al libro de J.A. Pagola

Tampoco parecen históricas en estricto sentido las afirmaciones de las pp. 58 y 60 respectivamente del libro de J.A. Pagola de que “Jesús vive despreocupado por la impureza ritual”, y “Jesús se deja abrazar por prostitutas”. La primera porque una cosa es darle menos importancia a la pureza ritual, como buen galileo que vive lejos del Templo y otra bien distinta, “vivir despreocupado”.

El siguiente texto tomado del Evangelio de Mateo (5,23-24) ilustra lo dicho:


Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.


Tiene pocos detractores este pasaje respecto a su pertenencia fundamental al Jesús de la historia, pues hace referencia clara a los ritos del templo de Jerusalén, por lo que no es en absoluto verosímil que sea una ficción de la teología cristiana primitiva.

Parece también cierto en su núcleo el pasaje siguiente, transmitido por Mateo 8,2-4:

En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme.» El extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.» Y al instante quedó limpio de su lepra. Y Jesús le dice: «Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio,


Este episodio casa bien poco con un Jesús que “vive despreocupado” por la pureza ritual.

Del mismo modo se puede citar Mc 1,44:

“Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.”,


De este pasaje es más que dudosa la pertenencia al Jesús de la historia las palabras que se refieren al “secreto mesiánico”, al menos tal como está, pero pertenece muy seguramente al material de Jesús la orden dada por éste de presentarse al sacerdote.

Por la fuerza de estos textos se puede afirmar que parece cierto también -como ha puesto de relieve también en una postal pasada (28-03-2007) Fernando Bermejo sobre la primacía de la pureza interior en Juan Bautista y Jesús- que:

Jesús no se opone en modo alguno al ritualismo […] sino que se limita a anteponer los aspectos morales a los rituales: en su enseñanza el culto no es abolido, sino que queda postergado ante los aspectos éticos; su crítica del legalismo autocomplaciente y la concesión de primacía a la pureza interna, la misericordia y el amor (al pobre, al prójimo) sobre el sacrificio están en continuidad con el espíritu del profetismo bíblico –que usa estas ideas como principios críticos para interpretar la Ley. A la luz de la misma idea se comprende el hermoso canto a la caridad de Pablo de Tarso (1 Cor 13): sin amor, uno es sólo un bronce resonante o un címbalo estruendoso


También he argumentado en otro lugar que el pasaje de Lc 7,36-38, (banquete en casa de un fariseo y episodio de la "pecadora pública", con sus paralelos) en el que creo que se inspira Pagola para los “abrazos de prostitutas”, contiene muchísimos adornos de los evangelistas– en especial de Lucas- sobre una base, o núcleo, que pudiera ser cierto históricamente y que en él no se habla de “abrazos” como de algo general en Jesús. Sabemos también que no hay ni un solo texto referido al Nazareno en el que se diga, como se sostiene a menudo sin fundamento, que él “comía con prostitutas”

Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero.

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