Algunas diferencias entre el pensamiento de Juan Bautista y el de los esenios de Qumrán (79-08-D)

Hoy escribe Antonio Piñero

Decíamos el día anterior que frente a las concomitancias señaladas, hay notables diferencias entre el pensamiento de Juan Bautista y el de los esenios de Qumrán. Y son precisamente éstas las que más luz pueden aportar para la respuesta a la cuestión planteada, a saber, las relaciones entre el Bautista y la comunidad de Qumrán.

Las divergencias afectan sobre todo al rasgo más importante que caracteriza la misión de Juan, su bautismo. Si contrastamos esta práctica con las inmersiones diarias de Qumrán, en realidad apenas encontramos más que diferencias:

El bautismo de Juan era un acto único, no una continua serie de abluciones;

Señala con acierto Pagola:

“El deseo de purificación generó entre los judíos del siglo I una difusión sorprendente de la práctica de ritos purificatorios… sobre todo en Qumrán… donde se practicaban a lo largo del día baños y ritos de purificaciones en pequeñas piscinas dispuestas especialmente para ello” (p. 68)


El bautismo de Juan no era realizado por un individuo sobre sí mismo, como en Qumrán, sino que era otra persona quien bautizaba a un postulante.

J. A. Pagola señala también con justeza esta diferencia en p. 69:

“Hay algo todavía más original en el bautismo de Juan. Hasta la aparición de Juan Bautista no existía entre los judíos la costumbre de bautizar a otros […]. Por eso precisamente lo empezaron a llamar ‘bautizador’ o ‘sumergidor’” (p. 69)


En Juan el bautismo tenía un carácter casi sacramental: era como un signo de que Dios había perdonado las transgresiones del pecador una vez que éste había abierto el camino al perdón con el arrepentimiento interior y el propósito de la enmienda; en Qumrán, por el contrario, nada sabemos de una relación directa de las abluciones cultuales con el perdón de los pecados, ni con la conversión, pues tales ritos los practicaban los miembros de la comunidad ya convertidos.

Es bueno recordar aquí el famoso texto de Flavio Josefo en Antigüedades judías, XVIII 116-119:

“Para algunos judíos les parecía que la derrota del ejército de Herodes Antipas (ante el rey de los nabateos Aretas) era una justa venganza divina como castigo por lo que había hecho a Juan Bautista. Aunque éste exhortaba intensamente a los judíos a practicar la virtud, la justicia unos con otros y la piedad para con Dios. (Les decía luego) que se bautizaran. Pues a él le parecía que el bautismo era una práctica aceptable, no para conseguir (por sí misma) el perdón de los pecados, sino (como muestra) de la limpieza del cuerpo, puesto que el alma había sido limpiada previamente por la justicia. Pero cuando otros (muchos) se unían al movimiento de conversión y se exaltaban en extremo al escuchar sus palabras, empezó a temer Herodes que la persuasión de los discursos de aquel condujera a alguna forma de sedición, porque daban la impresión de estar dispuestos a hacer lo que el consejo de Juan les indicara. El tetrarca pensó que debía tomar la delantera antes de que se produjera alguna revolución, no fuera que luego, tras verse caído (en la trampa) de los hechos tuviera que arrepentirse. Así pues, por las sospechas de Herodes, Juan Bautista fue conducido como prisionero a Maqueronte, la fortaleza que antes mencionamos, y allí fue asesinado. Pero era opinión de los judíos que el ejército (de Herodes) había sido aniquilado como un castigo, pues era voluntad de Dios hacer daño a Herodes”.



El bautismo de Juan pudo tener también un significado simbólico ausente de las abluciones diarias qumranitas: representar, como en el pasado del Éxodo, el paso desde Transjordania, donde él bautizaba, hasta la tierra prometida de Israel. Nada de esto parece haber existido entre los esenios de Qumrán.


Por consiguiente: en muy poco, o en casi nada, se parecen las características propias del bautismo de Juan a las inmersiones cultuales de los esenios. Por tanto, no parece que la práctica bautismal de Juan proceda del ambiente teológico de Qumrán.

Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero.

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