Allegro sobre Bach
¡Feliz martes! Que Bach ha sido, es y será fuente de inspiración para muchos compositores (y otros artista en general) es algo que no voy a descubrirte ahora porque es de sobras conocido. Para compositora de hoy, felizmente viva y componiendo mucho, eso ha ocurrido y le propició componer una obra que es una verdadera maravilla. Una vez más está asignada a la etiqueta de contemporánea pero espero que ello no te eche para atrás. La composición de hoy las disfrutarás, y mucho.
Te presento a Alissa Firsova (1986), compositora británica de nacimiento ruso en Moscú. Se graduó en la Purcell School en composición y piano y luego siguió perfeccionando este instrumento en la Royal Academy. Como pianista ha dado conciertos por toda Europa y ha colaborado con grandes maestros como Stephen Kovacevich. Como compositora también tiene una carrera de lo más prometedora ya que sus obras han sido interpretadas por las grandes orquestas y han recibido estrenos incluso en los Proms. Su catálogo se va engrosando cada vez más está tan dotada de talento que de lo único que carece es de tiempo para llevarlo a cabo de la forma adecuada. Ella misma pide algunas veces algo de aislamiento debido a su cantidad de trabajo, afirmando: «Cuando tengo muchos conciertos y encargos se hace difícil tenerlo. Por tanto, mi gran sueño para el futuro es recrear algo parecido al refugio para componer que tenía Gustav Mahler». Sus padres también son compositores y por comparación con ellos dice: «Mi música es mucho menos oscura y consecuentemente más tonal que la de mis padres, probablemente debido a que crecí en Inglaterra, con una libertad que ellos no tuvieron. Mucha música tiende a focalizarse en lo trágico pero mi música habla a veces sobre el paraíso».
Disfrutemos hoy de su Bach Allegro. Es una obra estrenada en 2010 y se basa en el último movimiento de la «Sonata para viola de gamba y clave nº 3, BWV 1029» de J. S. Bach. Es un verdadero arreglo de forma que el material del alemán siempre permanece en primer plano. Hay momentos verdaderamente brillantes, como ese diálogo entre las tubas y los piccolos, mostrando Firsova un gran talento a la hora de manejar la orquestación. Introduce otros elementos exóticos como el flexatono al que dota de un contrapunto que nos hace esbozar una sonrisa. Se trata de una obra llena de humor, de sabiduría, de brillantez y de una cantidad de aspectos que puede calificarse de caleidoscopio sonoro.
La interpretación es de la Real Orquesta Filarmónica dirigida por Andrew Litton.