¡Feliz sábado! Cada sábado te traigo música mariana en este humilde blog y no sé si alguna vez ha aparecido por aquí el maestro de hoy. Su estilo es de esos que me encantan y seguro que a ti te pasará lo mismo porque tiene toda la sencillez que necesita este género de música pero también toda la maestría que un compositor de calidad es capaz de aportar. Por tanto, con estos ingredientes, solo nos queda disfrutar de una obra que es una auténtica maravilla.

Nos visita hoy Howard Skempton (1947), compositor británico nacido en Chester. Con veinte años comenzó a componer con veinte años cuando recibió lecciones de Cornelius Cardew. Se dedicó entonces a la música experimental por diversas cuestiones se fue dedicando a su carrera de forma individual, como editor, intérprete (sobre todo de sus obras al piano y el acordeón) y como profesor, desarrollando esta última tarea en el conservatorio de Birmingham. Toda esta actividad le llevó a que sus obras fuesen encargadas por diversos conjuntos y asociaciones y con ello ha ganado mucha notoriedad en los conciertos. Alguna prestigiosa discográfica también ha publicado discos con su música por lo que Skempton es una de esas figuras que tenemos que seguir para enlazar los diversos eslabones de la cadena de música inglesa, sobre todo si nos referimos a la coral. Sus obra destacan por una gran economía de medios y la concentración hasta casi lo obsesivo, con una sonoridad también fuera de lo normal.

Disfrutemos de su Ave Maria. La obra está dedicada a Alex Patterson y al Coro de la Catedral de Nottingham y fue estrenada en marzo de 2017. La obra está compuesta con un encantador estilo sencillo, propio del maestro. El maestro emplea homofonía y está atento a la comprensión del texto, que nos presenta de forma optimista y llena de colorido y brillo. La frase inicial se va repitiendo a modo de versículo de un salmo yde esa forma hipnótica nos hace alcanzar el clímax final. Una verdadera delicia.

La interpretación es del Coro de la Catedral de Nottingham.