Bach en el Domingo 17 del Tiempo Ordinario



Nuevo domingo, nueva cantata. Las obras de Bach son inagotables y dan tanto de sí que agotarlas en un domingo es algo un poco injusto. Espero que la pincelada que doy en estos posts te sirvan para profundizar más en la música de este gran maestro, en la profundidad de sus obras e incluso en la teología de las mismas. Sirva este post como recuerdo de la memoria de Bach ya que ayer, 28 de julio, se cumplían 262 años del fallecimiento del genio alemán.

Hoy aprovecho que existe una cantata de Johann Sebastian Bach (1685-1750) relacionada con la lectura de la epístola de hoy (correspondiente a la carta de Pablo a los efesios). Tiene un ambiente y eso sabía el viejo peluca imprimirlo de forma especial. Si los movimientos lentos nos hacen meditar y reflexionar, los alegres nos llenan de alegría y gozo, nos hacen incluso bailar y cantar. Ese es uno de los encantos de Bach: parece que nos conoce y sabe cómo "tocarnos" según nuestros estados de ánimo.

La cantata de hoy se titula Bringet dem Herrn Ehre seines Namens, BWV 148 (que puede traducirse como "Dad al Señor la gloria debida a su nombre"). Es probable que fuese estrenada en Leipzig en 1723. Está basada en una adaptación libre de un texto de Picander y es posible que él mismo lo adaptase. Una de las lecturas prescritas para ese domingo era la de la unidad del Cuerpo de Cristo tal y como la narra Pablo en el capítulo 6 de la carta a los efesios (lectura del domingo de hoy).

El texto laudatorio era tan bueno que Bach incluyó una instrumentación especialmente festiva y amplia para un domingo ordinario: alto, tenor, coro, trompeta (que Bach llama en su partitura tromba), tres oboes (posiblemente dos oboes d'amore y un oboe da caccia), dos violines, viola y bajo continuo. Los distintos movimientos van de la alegría de los primeros al misticismo del aria para alto. En algunas partes Bach hace que la voz entre sin estar acompañada por el continuo (cosa que él anota como senza continuo). Parece ser que la simbología de esto es una imagen del alma que deja atrás todas las cosas terrestres y marcha a unirse con Dios en una unidad. Curiosamente el coral final lo aporta Bach sin texto, solo la música. Distintos estudiosos han planteado diversas opciones para el texto del mismo con lo que constituye una "obra abierta".

El texto en español de la obra puedes seguirlo aquí y la partitura la tienes aquí.

Aquí la tienes interpretada por Frances Bourne (alto), Mark Padmore (tenor), The Monteverdi Choir y The English Baroque Soloists dirigidos por John Eliot Gardiner.

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