Un domingo más, Bach sale a nuestro encuentro con una cantata festiva y alegre. No en vano, pasado Pentecostés aparece el Domingo de la Santísima Trinidad. Bach nos trae sus habituales galas para festejar este día tan lleno de sentido para la fe cristiana.

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Hoy te traigo una nueva cantata de Johann Sebastian Bach (1635-1750). El domingo de la Trinidad es una solemnidad muy celebrada en todas las iglesias. De hecho, antes, los domingos entre la Trinidad y Adviento eran numerados como "primero después de la Trinidad", "segundo después de la Trinidad", etc. Para este día tan importante, en el que se conmemora un misterio fundamental de la fe cristiana, un solo Dios y tres personas, veamos qué nos ofrece Bach.

Para este día compuso varias cantatas pero hoy te traigo la Gelobet sei der Herr, mein Gott, BWV 129 (es decir, "Alabado sea el Señor, mi Dios"). Es del tipo cantata coral ya que se organiza en torno a la melodía de un coral. Es probable que la compusiese para el domingo de la Trinidad de 1726, que ese año cayó en 16 de junio. Está basada en unos versos de Johann Olearius, que cantan a la Trinidad. Destacan sobre todo los coros iniciales y finales, especialmente alegres y optimistas. El último da conclusión de una forma muy característica en Bach, similar a los oratorios de Navidad o Ascensión. El resto de los movimientos son tres arias, siempre girando en torno a la Santísima Trinidad. La distribución orquestal es: alto, tenor bajo, coro, tres trompetas, timbales, flauta travesera, dos oboes, oboe d'amore, dos violines, viola y bajo continuo.

El texto en castellano de la cantata puedes leerlo haciendo clic aquí. Y la partitura de la misma, haciendo clic aquí.

Pues aquí tienes esta maravilla interpretada por el Leonhardt Consort dirigido por el recientemente fallecido Gustav Leonhardt.