Bach, coral BWV 700



¡Feliz domingo! Bach viene a alegrarnos en estos días de mediados de febrero, pero siempre es buen momento para escucharle. De hecho, Bach suena bien en casi cualquier instrumento y el todo tipo de versiones. Nosotros estamos procurando escucharlas aquí en instrumentos originales pero algunas de estas son algo frías mientras que otras en otros instrumentos ofrecen la calidez y la belleza que guardan y tienen las obras de la vieja peluca de Leipzig.

La vieja peluca es Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. De un padre gran compositor, que pertenecía a una familia también de músicos desde varios siglos atrás, salieron hijos igualmente impresionantes cuando se dedicaban a componer. Los cuatro más destacados fueron Wilhelm Friedemann, que era el hijo mayor y llegó a ser organista de la iglesia de Santa Sofía de Dresde donde conoció a otros grandes maestros contemporáneos suyos. Luego viene (por orden de edad) Carl Philipp Emanuel. Cuando Mozart dijo «Bach es el padre y nosotros somos los hijos» a quien se refería no era a Johann Sebastian sino Carl Philipp Emanuel, así que puedes imaginar cuál era su categoría. Johann Christoph Friedrich también fue un buen compositor que trabajó en la corte de Bückeberg, y quizá este es el menos conocido de los cuatro hijos. Finalmente tenemos a Johann Christian que fue el hijo menor y que terminó trabajando en Londres y componiendo exitosas óperas. Allí fue visitado por un Mozart de ocho años que sin duda era devoto de la familia Bach.

Nos toca hoy su coral «Vom himmel hoch, da Komm ich her», BWV 700. Se trata de una versión de un famoso coral luterano escrito originalmente por el propio Lutero. En ella se refleja cómo los ángeles le comunican las buenas nuevas a los pastores y se dice que podía ser cantado durante alguna representación navideña en tiempos del reformador. Bach presenta la melodía en una fuga llena de encanto, con las cuatro voces sucediéndose unas a otras y el pedal apareciendo tras veinte compases. Luego aparece la figuración libre sobre una melodía que dio lugar a toda la inventiva del maestro y que recuerda a sus técnicas de juventud, en la que la creatividad afloraba de una forma especial. Se trata esta de una melodía que al maestro le daría mucho juego posteriormente ya que compuso incluso unas variaciones sobre ella.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Hans Fagius al órgano Nils-Olof Berg de la Iglesia de la Misión de Upsala (Suecia).

Volver arriba