Bach, coral BWV 748

Bach, coral BWV 748

¡Feliz domingo! Seguimos por el recorrido de las obras de Johann Sebastian Bach. En este caso de hoy, decir de Bach quizá es mucho. Como he te voy contando muchos domingos, se le han atribuido al maestro una buena cantidad de obras que luego los  musicólogos se han encargado de demostrar que no eran de él. La composición de hoy es un ejemplo de ello pero no pasa nada por escucharla como tradicionalmente era atribuida.

J. S. Bach

Y nos permitirá conocer algo más de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Evidentemente Bach se vio muy influido por la teología de Lutero. Nunca se conocieron por una sencilla razón: nacieron casi con doscientos años de diferencia; pero se afirma que si Lutero no habría Bach. Con cuarenta y ocho años le hicieron a Bach un regalo muy preciado: una copia de la traducción de la Biblia por parte de Lutero, en la que el compositor hizo anotaciones. Este veía toda su música (religiosa y profana) como una llamada de Dios y decía que su obra solo tenía dos propósitos: «la gloria de Dios y el solaz del espíritu». Todo esto quedaba reflejado y recogido en la teología Luterana y por eso esta es inseparable de la música del maestro de Leipzig. Esta teología está plenamente presente en las obras que estamos escuchando en estos domingos ya que se trata de corales para órgano que se basan en las correspondientes melodías luteranas que la congregación cantaba durante los servicios religiosos.

Te ofrezco hoy el coral «Gott der Vater wohn uns bei», BWV 748. Aunque se pensaba que era del maestro, se sabe actualmente que es de Johann Gottfried Walther. Walther era primo segundo de Bach y la atribución era antigua puesto que el propio Spitta la hizo. Muestra semejanzas con la obra de Pachelbel basada en la misma melodía coral. Dicha melodía aparece en la voz de soprano y luego, de forma paralela e imitativa de nuevo la escuchamos en el pedal. Un bombón, sea de quien sea.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Jan-Geert Heuvelman al órgano de la Oude Kerk de Ámsterdam.

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