Bach, coral BWV 758

Bach, coral BWV 758

¡Feliz domingo! Ya llevamos muchas semanas en las que estamos disfrutando de la música para órgano de J. S. Bach, y siempre nos depara unas verdaderas sorpresas. Algunas son más conocidas que otras pero sí es cierto que con ellas podemos hacernos la idea de cómo componía el maestro porque en su producción para órgano (y en sus cantatas) está contenido todo su arte a la hora de manejar los pentagramas, tan sabiamente como él sabía.

J. S. Bach

Vamos a conocer algún aspecto más de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y muerto en Leipzig. Toda su vida se la pasó componiendo, incluso hasta el los últimos momentos. Curiosamente fueron estas composiciones finales las que sufrieron críticas más feroces. Una de sus composiciones más importantes, la «Misa en si menor, BWV 232», fue terminada en 1749, solo un año antes de fallecer. Bach la fue componiendo a lo largo de mucho tiempo, añadiendo movimientos a la obra pero solo ese año la dio por concluida. Si la has escuchado, sabrás que es una obra que podemos calificar sin problemas de magna. Si embargo, el maestro no la vio interpretarse en su totalidad. Es más, no sabemos exactamente cuándo fue estrenada entera (teniendo en cuenta que es una obra litúrgica). Se estima que eso sucedió en torno a 1859, es decir, unos cien años más tarde de cuando fue terminada. Sorprendente, ¿verdad? Cosas de los tiempos pasado, que el actual se encarga de poner en su sitio.

Disfrutemos de su preludio coral «O Vater, allmächtiger Gott», BWV 758. No sabemos bien cuándo fue compuesta porque tampoco sabemos muy bien cuál es su origen. Su estilo es el de un compositor joven, que aún estaba experimentando con las formas, estilo que puede hacer que esta composición no sea suya. La melodía coral se basa en el kyrie gregoriano, algo también bastante inusual en él. La obra está compuesta en forma de partita con cuatro variaciones en las que el cantus firmus se sitúa en la voz de soprano en las tres primeras y en el bajo en la última. El coral está tratado de forma plena y la composición, que comienza de forma algo oscura, se va animando conforma avanza, teniendo un brillante final.

La interpretación es de Andrea Marcon al órgano.

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