Bach, preludio coral BWV 718
Primero, hagámosle los honores a Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido el Eisenach. Como te he contado alguna que otra vez, la familia Bach tuvo un origen muy humilde y poco a poco fue formándose como una gran dinastía de músicos alemanes que se movieron siempre en tres jerarquías: corte, iglesia y ayuntamientos. A mediados del siglo XVIII hubo un cambio en toda esta estructura social, de forma que los Bach también tuvieron que adaptarse a las circunstancias. Así, muchos hijos tuvieron otros interesen y estudiaron en la universidad, cosa que no hicieron los ancestros. Es más, otros también se dedicaron a otras artes, como la pintura. De hecho, otro J. S. Bach, hijo de C. P. E., estudió con un amigo de Goethe y era pintor en Italia. La música se extendió por la familia a lo largo de seis generaciones. Sin embargo, cuando en 1843 se descubrió un momento al más conspicuo de todos lo miembros, nuestro viejo peluca, en la plaza de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, a cargo de Mendelssohn, ya solo quedaba un miembro músico en la familia: Wilhelm Friedrich Ernst Bach, quien estuvo presente en la ceremonia; él fue el último representante.
Disfrutemos del preludio coral sobre «Chirst lag in Todesbanden», BWV 718. Como te he comentado, el himno luterano en el que se basa este coral está relacionado con la resurrección de Cristo. Aunque comienza refiriéndose a las ataduras de la muerte, termina con un jubiloso aleluya, cambiando así su carácter. Comienza con un predominio de la oscuridad y el recuerdo del pecado pero poco a poco Bach va dando luz a la música para remitirnos a la Pascua de forma que incluso el tempo se hace más festivo. Se vuelve al tema inicial pero algunos efectos de eco hacen que la luz predomine sobre la tiniebla y gane el júbilo. Que Bach consiga esto en tan poco tiempo no puede sino calificarse de milagroso. En la obra hallamos influencia de Böhm, Buxtehude o Reincken, señal que la obra fue compuesta por un joven Bach ávido de nuevas experiencias.
La partitura de la composición puedes conseguirla aquí.
La interpretación es de Kay Johannsen al órgano.