¡Feliz miércoles! El género de la barcarola es proviene de la música popular (italiana, por supuesto) pero poco a poco se ha ido haciendo más abstracto, de forma que muchos compositores se apropiaron de él para componer imponentes composiciones como la que te traigo hoy. Sin embargo no vienen de ningún nombre conocido sino que es de una compositora muy desconocida, a la que creo que nunca te he presentado por aquí. ¡Démosle la bienvenida!

Se trata de Mel-Bonis (1858-1937), compositora francesa nacida en París; Mel proviene de Mélanie. Comenzó a recibir lecciones de piano con pocos años y también en poco tiempo mostró ya un gran talento para el instrumento. Un amigo de la familia la presentó a César Franck en 1876 y al año siguiente fue admitida en el conservatorio de París, donde estudió órgano con el propio Franck. En 1879 ganó algún premio en el conservatorio, en el que coincidió con Debussy y Pierné. En 1883 se casó con Albert Domange y a partir de entonces se dedicó a cuidar de su familia, aunque no dejó de componer, concibiendo unas trescientas composiciones, publicadas en su gran mayoría. Lo hizo en bastantes géneros que fueron alabados por, por ejemplo, Camille Saint-Saëns. Tras su muerte, sus hijos recogieron sus memorias y la publicaron en forma de libro titulado Souvenirs et réxlexions.

Disfrutemos de su Barcarolle, op. 71. Es una composición para piano compuesta en 1905. Está dedicada a Gabrielle Monchablon. La influencia de Gabriel Fauré es clara y el propio compositor escribió varias barcarolas. La compositora se muestra exquisita y la pieza no es para nada fácil y requiere una técnica excelente. La armonía es muy especial y en esta pequeña composición apreciamos cómo Bonis era una maestra del color, pudiéndose también un paralelismo entre esta obra y algunas de las más renombradas de un Debussy.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Veerle Peeters al piano.