Bienaventurados los de camino recto



Esto más o menos es lo que significa el titulo de la obra de hoy. La obra tiene una bella serenidad y creo que el maestro debuta en este humilde blog. Así que una vez más estamos de enhorabuena. La pequeña pieza de hoy se pasa en un suspiro pero lo mismo no puede evitar escucharla otra vez, debido a su belleza.

El maestro de hoy es Charles Villiers Stanford (1852-1924), compositor irlandés nacido en Dublín. Era también director y profesor. Desde pequeño tuvo un gran talento y puede considerarse, junto con Parry y Mackenzie, como uno de los compositores que consiguieron el renacimiento de la música británica a finales del siglo XIX. Sobresalió en todos los géneros musicales. Curiosamente, intentó sobresalir en el género de la ópera aunque evitó este género a lo largo de toda la vida. Solo al final intentó dedicarse a ella. Aunque fue un compositor de una gran altura, como en el caso de la música religiosa, quizá es aún más conocido como profesor. Por sus clases de Londres y Oxford acudieron a estudiar personas que luego fueron maestros reconocidos.

Hacia 1890 compuso un motete titulado Beati quorum via que luego perteneció a su obra "Tres motetes latinos". Está escrito a seis voces. Hace un generoso título de la forma sonata y en forma general la pieza tiene una factura exquisita. La alternancia entre las voces graves y agudas hace que la polifonía sea increíble y de una riqueza especial. En la coda, la abundancia de la imitación entre las voces consigue un efecto paradisíaco en la obra.

La partitura de la obra la puedes conseguir aquí.

La interpretación es de los Cambridge Singers dirigidos por John Rutter.

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