Cambiemos nuestros hábitos

Immutemur habitu, Morales

¡Feliz Miércoles de Ceniza! Comienza hoy otro tiempo de Cuaresma y espero que no sea otro tiempo más. La música de hoy nos va a aconsejar que cambiemos nuestros malos hábitos y lo cambiemos por ceniza, es decir, que convirtamos nuestro corazón en algo mejor, para así servir a los demás de una forma más fraterna. La música es de uno de nuestros grandes compositores, compuesta para el día de hoy.

Cristóbal de Morales

Este miércoles tiene fondo musical a cargo de Cristóbal de Morales (1500-1553), compositor español nacido en Sevilla. Andrés Ruiz Tarazona escribió en el diario El País: «Verano de 1553. Un hombre entrado en años, prematuramente envejecido, se pone en camino por la abrasadora tierra andaluza. Quiere ir, seguramente, desde Málaga, donde es maestro de capilla de la catedral, hasta Toledo. Es pobre y piensa que en la imperial ciudad podrá salir de penurias y escaseces. No le asusta la posibilidad de tener que concursar. Tiene fe en sí mismo y en Dios. Pero el gran Cristóbal de Morales, ¿será obligado a pasar unas pruebas? ¿Quién puede juzgarle? ¿No saben ya en Toledo del arte supremo de este hombre? ¿Hay alguien que exceda su ciencia musical? Mas allá va el buen clérigo, bajo el sol implacable de La Mancha, la fiebre consumiendo el débil cuerpo. El egregio, único, excelente Morales, lumbrera de España, morirá, no se sabe dónde, en el camino.El alma de España sufre un duro golpe. Y seguirá menoscabada mientras su música siga ausente de nuestros templos, todavía hoy».

Escuchemos su motete Immutemur habitu. Lleva la indicación Ant. post benedictionem Feria IV cinerum, es decir, para ser interpreado antes de la bendición en el Miércoles de Ceniza; fue publicado en 1543. El motivo inicial descendente y el siguiente motivo más rápido, presentan con urgencia que tenemos que cambiar. Morales introduce algunos elementos armónicos que pueden indicar el uso de la modalidad; otras sutilezas armónicas también hacen de esta obra muy interesante desde el punto de vista del análisis. Esos mismos artificios también están al servicio de una pieza que, antes de despedir a la asamblea en la liturgia, le pide que cambie y deje a un lado todo lo vano para entrar de forma plena en el tiempo de Cuaresma. No queda muy claro si esta obra es de Morales o de Bartolomé de Esbobedo.

La partitura de la obra puede conseguirse aquí.

La interpretación es de La Grande Chapelle dirigida por Albert Recasens.

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