También son palabras pascuales estas, de uno de los salmos, y precisamente por eso quiero hoy traértelas. Variamos de época y nos acercamos más a nuestros días para escuchar la obra de un compositor que ya te he presentado y cuya música es muy característica, con un estilo muy personal, siempre sorprendente y siempre impresionante.

El maestro de hoy es Arvo Pärt (1935), maestro estonio nacido en Paide. Estudió en Tallinn con, entre otros, Tormis. Empezó siendo compositor de música para películas y teatral y luego continuó su carrera de compositor. En sus obras usó distintas técnicas, como la serial. Destaca por haber un tipo de composición propio llamado "tintinnabuli" en el que parece imitar el chispeo centelleante de las campanas. La música de Arvo Pärt es engañosa porque tras su aparente simplicidad se esconde una música profunda que llega muy adentro. No es para nada música comercial ni vana sino que tiene una carga profunda de intelectualidad sin dejar de ser música compuesta por y para el corazón.

De Pärt te traigo hoy una obra breve titulada Cantate Domino canticum novum, es decir, "Cantad al Señor un cántico nuevo". Fue compuesta en 1977 y lo está para coro. Sus palabras están tomadas del salmo 95. Pärt compone una obra luminosa y alegre. El maestro hablaba así de su propia obra: Mi música es similar a la luz blanca: sólo cuando pasa a través de un prisma se divide y aparecen todos los colores. Este prisma es el espíritu de cada oyente. Creo que podemos decir que esta bella obra de hoy se ajusta fielmente a estas palabras.

La interpretación que te traigo es la del coro Elora Festival Singers dirigido por Jurgen Petrenko.