Colores del viento



¡Feliz viernes! Nos vamos aproximando al fin de semana que quizá en este mes de agosto puede quedar algo más desdibujado pero que está ahí para poner un poco de descanso en la jornada semanal. La composición que te traigo hoy solo puede calificarse de fascinante. A pesar de contar con unos medios bastante reducidos desde el comienzo nos va a cautivar por su sonido y por todo lo que podemos obtener de ellos. Una obra para profundizar y meditar, pero también para disfrutar de lo lindo.


No es la primera vez que nos visita Kaija Saariaho (1952), compositora finlandesa nacida en Helsinki. No solo destaca entre los compositores más importantes de Finlandia sino también de Europa en estos momentos. Curiosamente el apellido de soltera era Laakkonen y adoptó al de Saariaho tras casarse. Cuando se separó de su marido, sin embargo, mantuvo su apellido de casada. Comenzó estudiando en la Academia Sibelius y luego siguió en Friburgo (Alemania). Por esta época se puso a retocar algunas de sus obras antiguas. Algunas de ellas las desarrolló en el IRCAM de París, donde también desarrolló intensos estudios. A mediados de la época de 1980 recibió alguno de los más prestigiosos premios europeos, como el Prix Italia en 1988 y otros. Recibió también encargos de lugares importantes como el Lincoln Center de Nueva York. Su música cada vez era más frecuentes en los conciertos y fue una de las creadores cuyo estilo no era abiertamente disonante y que se impuso en los escenarios. Ha compuesto en una gran cantidad es estilos, desde el concierto hasta la ópera, obras que también se han grabado y se graban con regularidad.

Hoy te traigo la obra titulada Couleurs du Vent, composición de 1998 para flauta alto sola. Se trata de una improvisación escrita por la compositora sobre el material de otra obra suya previa para flauta y piano. A ella le ha gustado siempre la paleta de sonidos llena de colores planos y ruidosos. La obra a que dio origen esta, titulada «Cendres», aún resonaba en la mente de la compositora porque la acababa de componer así que inició esta casi con continuidad. Surgió de forma rápida tras poner el pie en Francia después de un año en Finlandia. La obra surgió tras una desgracia familiar por lo que el viento constituyó para ella un símbolo de vida, de forma que la pieza se constituyó en una bella historia de aliento.

La interpretación es de Camilla Hoitenga a la flauta.

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