Concierto militar
¡Feliz viernes! Hay compositores a quienes relacionamos con cierto tipo de composiciones que se nos han quedado (para siempre) en nuestra mente. Y, por tanto, hay veces que no nos esperamos ciertas obras de ciertos maestros, que creo que es justo lo que va a pasar hoy. Pero no te creas que se trata de una obra sin importancia no... Prepárate para sorprenderte con esta verdadera maravilla. ¿Te apetece conocerla?
Hoy te traigo su Gran concierto en sol mayor para chelo y orquesta, que se subtitula Concierto militar. Se cuenta entre las obras despreciadas por la historia. Fue compuesta hacia 1847 y hasta 2004 (sí, no es un error) no se tuvo una edición definitiva de la partitura basada en los manuscritos que se conservan. El tercer movimiento de este concierto se ha interpretado de forma autónoma. La obra, una vez vista con sus tres movimientos, está llena de invención y melodías muy conseguidas. El humor también la recorre transversalmente y las exigencias para el solista no dejan nunca de ser importantes. Precisamente destaca ese final en forma de rondó y que es de donde el concierto toma su apelativo de «militar» ya que el compositor recurre a los tambores para crear ese exótico ambiente, con un aire marcial que, aunque es patente en ese tercer movimiento, casi no deja de estar presente en toda la obra. Todo un descubrimiento.
Los movimientos son:
- Allegro maestoso.
- Andante.
- Allegretto.
La interpretación es de Jérôme Pernoo (chelo) y Les Musiciens du Louvre dirigidos por Marc Minkowski.