Dales, Señor, el descanso eterno

Requiem Févin

¡Feliz viernes! Todo lo que gira alrededor de los difuntos siempre ha tenido un gran encanto en nuestra cultura. Para lo que nos interesa aquí, la música también se une a ese carro y los grandes maestros nos han ofrecido a lo largo de la historia obras fascinantes que nos han acompañado y nos acompañan en la tarea (a veces difícil) de recordar a nuestros difuntos y aquellas buenas acciones que nos dejaron. Vamos a acudir hoy a una de ellas.

Arras

Fue compuesta por Antoine de Févin (c. 1470-1511 o 1512), compositor franco-flamenco nacido posiblemente en Arras. Puesto que era contemporáneo de Josquin des Prez eso le hizo pasar más desapercibido, a pesar de su valía y de que fue cantor y compositor de la corte de Luis XII. Su padre era concejal y parece ser que llegó a ser sacerdote e incluso se graduó con altos estudios. En 1507 lo vemos al servicio de la capilla real y en su corta actividad vital llegó a componer hasta catorce misas, dieciséis motetes y diecisiete canciones, entre otras obras corales que circularon ampliamente por toda Europa. De nuevo tenemos que recurrir a Josquin para decir que el estilo de Févin tenía mucho en común con el del gran maestro de su época. Sin embargo, el nuestro de hoy destaca por la introducción (algo novedoso) de duetos vocales que se enfrentan a todo el coro. Por tanto, un maestro al que hay que prestar una gran atención porque no estamos, para nada, ante un maestro de segunda fila. En algunas fuentes es conocido también como Antonius Divitis.

Disfrutemos de su Missa Pro Fidelibus Defunctis. La composición está escrita para cuatro voces hasta el sanctus: a partir de ahí está compuesto para cinco, con dos líneas graves. Esto dota a la obra de una especial sonoridad y severidad. Févin en general no usa la distribución del réquiem romana sino la parisina, lo cual se pone de manifiesto en el gradual. No tiene Dies irae y, por lo demás, Févin se adapta casi perfectamente al canto llano, que aparece principalmente en la voz de tenor. Encontramos frecuentes fabordones y cadencias con dobles notas que nos hacen mirar al renacimiento. Una obra que, por tanto, anuncia y casi ejemplifica un nuevo estilo.

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí: Introitus | Kyrie | Graduale | Tractus | Offertorium | Sanctus | Agnus Dei | Communio.

La interpretación es de Doulce Mémoire dirigido por Denis Raisin Dadre.

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