Te Deum

Te Deum, MacMillan

¡Feliz lunes! Hoy decimos adiós a este extraño mes de agosto y nos enfrentamos a un no menos incierto septiembre. Es tradición (impuesta por mí, claro) que en este último día de vacaciones de verano te traiga un tedéum para dar gracias por esta tiempo que acaba y por el nuevo que comienza. Es posible que para ti no suponga un gran cambio pero bueno, no deja de terminar algo y empezar otro tiempo.

James MacMillan

De la música de hoy se encarga James MacMillan (1959), compositor británico nacido en la localidad escocesa de Kilwinning. Confiesa que a lo largo de su carrera como compositor ha recibido una multitud de influencias pero, conforme se hace mayor, tiende a regresar a ciertas tradiciones. La teología es una de esas influencias, y lo ha hecho tanto en piezas pequeñas como en otras mayores. Reconoce que la fama nunca ha sido importante para él, ni en el pasado ni en el presente. De hecho, no piensa que la música clásica sea un lugar para la fama, frente a otras artes que él llama «más populistas». La música tiene para él una potencia especial que la lleva a lo misterioso frente a otras artes más visuales y verbales, como el cine, la televisión o la palabra escrita.

En 2002 compuso su Te Deum, para el coro de la capilla real de la Torre de Londres con ocasión de las bodas de oro de la reina Isabel II. La forma en la que MacMillan se aproxima al texto es muy original, con un coro necesitando bajos graves y una buena soprano solista. Mientras que en la parte grave escuchamos movimientos silábicos, en la aguda suenan los melismas y ambos elementos se mezclan de una forma muy especial gracias al manejo del contrapunto. Especial relevancia tiene el órgano, que incluye pasajes rítmicos con otros a modo de figuración o casi de filigrana. La verdad es que hallamos una multitud de elementos que caracterizan la polifonía del escocés y destaca, sobre todo, su amplitud en las líneas corales y una luminosidad muy especial, en este himno de acción de gracias por excelencia.

La interpretación es del Erik Westberg Vocal Ensemble.

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