¡Feliz viernes! Termina la semana laboral y la vamos a despedir con música de uno de los compositores vivos más importantes. Lo que este hombre nos ofrece es una composición muy atrayente pero que es posible que en una primera escucha te resulte complicada a pesar de que puede que te fascine el juego tímbrico. No te echas atrás y disfruta de la obra, intentando obtener de ella cuanto puedas. Merece la pena.

La ha compuesto Wolfgang Rihm (1952), maestro alemán nacido en Karlsruhe. Si ayer te traía un maestro prolífico como era Antonio Caldara, Rihm no se queda atrás. Su música es una mezcla de ambientes, a veces líricos y suaves y otras violentos y agrestes. Estudió en su ciudad de nacimiento y luego en Darmstadt para terminar de formarse con Klaus Huber. Cuando compone suele seguir la técnica dodecafónica, al estilo de Luigi Nono, y también recibe influencias de Stockhausen y Morton Feldman. Sus composiciones suelen ser para gran orquesta a veces con intervenciones vocales. Sus obras de cámara suelen tener combinaciones inusuales pero todas lo sitúan en la vanguardia actual y, como dije al principio, uno de los compositores vivos más importantes, con obras de gran inspiración y solidez técnica y teórica.

Hoy vamos a comprobar esto con Verborgene formen. Se trata de una composición escrita entre 1995 y 1997 para gran orquesta. Se basa en la técnica pictórica del solapamiento en la que el pintor añade una capa de pintura a una parte ya acabada cubriendo así formas ya preexistentes. Sin embargo, Rihm se diferencia en que en él siguen sonando los elementos antiguos junto con los nuevos. El maestro escribe una imponente obra abstracta pero llena de equilibrio, de momentos sutiles y poéticos y otros con más potencias, pero siempre manteniendo la tensión y la espectacularidad. Una obra transparente, que nos conecta con las formas compositivas de finales del pasado siglo XX.

La interpretación es de la Orquesta Contemporánea de Brno.