Homenaje musical a un pintor

Homenaje a Paul Klee, Veress

¡Feliz lunes! Espero que en la semana que estamos inaugurando te vaya muy muy bien. Si me permites la osadía, voy a intentar contribuir a ello mediante música. Creo que el maestro que nos acompaña hoy nunca ha aparecido por aquí, por lo que vamos a estar de enhorabuena. Su obra nos va a cautivar por, entre otras cosas, la emoción de recordar a otro gran maestro de las artes. ¿Te apetece conocer a ambos?

Sándor Veress

Te presento a Sándor Veress (1907-1992), compositor suizo de origen Húngaro nacido en Cluj-Napoca; aunque esta localidad hoy pertenece a Rumanía, en el momento en que Veress nació pertenecía al Imperio Austro-Húngaro. De hecho, pasó la mitad de su vida en Hungría y la otra en Suiza. Comenzó sus estudios de música en 1923, recibiendo clases de Kodály en la Academia de Música de Budapest, y luego de Bartók, de quien era asistente. Veress investigó profusamente la música popular húngara. Tras terminar los estudios se dedicó a participar activamente en la vida cultural de Budapest. Poco a poco fue adquiriendo fama internacional y sus obras fueron interpretándose por Europa. Cuando dio clases en la academia en la que las recibió tuvo por alumnos a Ligeti y Kurtág; por esos momentos componía sus composiciones más famosas y grandes. En el periodo de posguerra se dedicó a viajar ampliamente por toda Europa para interpretar sus obras. Su fama como profesor fue creciendo y de ello dio muestra en el conservatorio de Berna. Es uno de los mayores representantes de la música de la generación siguiente a Bartók y Kodály y en su música combina técnicas contemporáneas con música popular húngara.

Vamos a escuchar hoy su Fantasía para dos pianos y orquesta, «Homenaje a Paul Klee». Se trata de una composición (de 1951) en siete movimientos que se inspiran en sendos cuadros de Klee. La obra está llena de ritmo hasta tal punto que incluso fue adaptada a ballet. Veress presenta una bella melodía y una textura transparente que evocan intensamente la obra del pintor. La composición tiene una factura tan impecable que podríamos decir que son similares a las grandes descripciones de Rautavaara o Hovhaness. Hallamos momentos rítmicos, otros místicos y llenos de poesía y momentos llenos de esa intensidad que es totalmente análoga a lo que Paul Klee intenta describirnos en sus cuadros.

Sus partes son:

  1. Marca en amarillo. Allegro.
  2. Viento de fuego. Allegro molto.
  3. Sonido antiguo. Andante con moto.
  4. Abajo y arriba. Allegro piacevole.
  5. Colección de piedra. Allegretto.
  6. Verde en verde. Andante.
  7. Pequeño demonio azul. Vivo.

La interpretación es de Hélène Mercier y Louis Lortie (pianos) y la Orquesta Sinfónica Nacional de la RAI dirigidos por Pascal Rophé.

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