Hoy quiero bailar a lo grande



¡Feliz jueves! Pues eso, que hoy quiero tirar la casa por la ventana con una gran obra. El maestro, si las cuentas no me fallan, ha aparecido por primera vez en este blog lo que creo que es imperdonable. En cuanto caí en la cuenta he decidido evitar esto trayéndotelo hoy. Lo mismo su nombre te suena porque últimamente se ha hecho su música famosa. Pero lo que no concibo es cómo no se ha popularizado antes dada su calidad. ¿Te apetece pasar unos minutos con su compañía?

No te defraudará la música de Astor Piazzolla (1921-1994), maestro argentino nacido en Mar del Plata. El nombre de este mítico compositor va unido al del tango. En su país natal, Piazzolla es a la música como Ellington lo es en Estados Unidos. En sus manos, el tango ya no era una danza popular sino una obra de concierto y de culto. Comenzó estudiando piano y admiraba mucho a Bach y Rachmaninov. A la par, comenzó a trabajar con Carlos Gardel. En 1954 marchó a estudiar a París y lo hizo con Nadia Boulanger. Esta le animó a reforzar la presencia del tango. De vuelta a su país comenzó una carrera que fue todo un éxito. Piazzolla comenzó a dar una gira de conciertos por todo el mundo y su música fue popularizada automáticamente. Desde entonces se ha ido instalando en las salas de conciertos y ahí permanece de forma casi permanente.

Para el día de hoy he elegido su obra titulada Le Grand Tango, compuesta en 1982 para violonchelo y piano y es una de sus obras más emblemáticas; está dedicada a Mstislav Rostropovich. Expresa perfectamente lo que es el nuevo tanto, una mezcla entre la música popular argentina y el filtro aportado por el jazz. Es un único inmenso movimiento estructurado en tres partes. En la primera predominan los ritmos sincopados y de gran fuerza. En la segunda parte, el ambiente se calma y da paso a una tercera sección llena de humor y de una energía que casi solo podemos calificar de eléctrica. En el final, el chelista tiene que explotarse a fondo con dobles notas y glissandi, en toda una muestra de virtuosismo.

La interpretación es de Eckart Runge (violonchelo) y Jacques Ammon (piano).

Volver arriba