Introduciendo un gran himno
Nos visita hoy José Elías (c. 1678-c. 1755), compositor catalán nacido en Barcelona. Él mismo se declaraba discípulo de Cabanilles pero es posible que recibiese formación de otros organistas de las iglesias barcelonesas, como Llussá y Closells. En 1712 era organista del Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, puesto muy exigente y de un trabajo intenso. Tres años más tarde lo fue de la parroquia de los Santos Justo y Pastor y allí empezó a componer sus grandes obras. En 1725 pasó a ser organista real en las Descalzas Reales de Madrid (con el mismo puesto que ocupó Victoria). Se supone que mantuvo el puesto hasta su muerte. Entre sus obras encontramos tientos, obras, passos, entradas, falsas, tocatas y otras. En sus armonías vemos que es precursor de Soler, sobre todo en sus ideas de modulación y otros elementos melódicos. Él mismo se define como compositor del estilo antiguo y moderno, impregnado de música ibérica pero enriqueciendo esta de una forma muy reseñable. Une sabiamente las melodías mediante el contrapunto y consigue unos efectos sonoros potentes.
Hoy vamos a disfrutar de su Entrada para el Te Deum; es decir, un introito o preludio antes del canto de este himno. En esta obra muestra Elías toda su técnica y su buen hacer con la música barroca. Usa repeticiones para realzar el mensaje, que no es otro que servir de pórtico a la oración de esta acción de gracias. La mano izquierda casi se limita a sustentar esos acordes repetidos que Elías va engarzando gracias al descenso por tonos dentro de una escala musical que luego transporta. Se me ocurre que funciona a modo de campanas, seguro que para convocar al pueblo al comienzo de la acción litúrgica.
La interpretación es de Sandro Carnelos al órgano Francesco Zanin de la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de Sacile (Italia).