Con este conocido texto del salmo 100 vamos a poner fondo musical al día de hoy. Nos a acompañar un conocido músico de las Islas, quizá de los mejores compositores del siglo XX de ese lugar. Sus composiciones han aparecido ya por aquí pero reconozco, lo cual es una pena porque su música siempre nos pide más y más. Hoy vamos a disfrutarla de nuevo.

Hoy te traigo música de Benjamin Britten (1913-1976), maestro británico nacido en Lowestoft. Está considerado de forma unánime como el compositor más importante de su generación. Fue un maestro en la música dramática (sus óperas son impresionantes) y también en música coral y, por supuesto, instrumental. Britten supo recoger las influencias que corrían por Europa en esos momentos, y también por América, y aunarla en su música de una forma audaz y original; también se vio atraído por el gamelán javanés. Es más, Britten tenía la habilidad para componer música de una calidad altísima para cualesquiera que fuesen los medios que tuviese a mano: aficionados, niños, profesionales, etc. Su música tiene una frescura especialmente destacable, lo cual le dotaba de un lugar destacado entre los compositores de su país. Fue el creado del famoso festival de Aldeburgh, donde falleció.

De este maestro vamos a escuchar su Jubilate Deo en Do Mayor. Como suele ser marca de la casa en el caso de Britten, está compuesto de una forma directa, viva y simple, pero a la vez encantadora. El coro está acompañado por el órgano de una forma eficaz y alegre, en una música que casi es digna de nuestra sección de los jueves. Fue compuesto para la capilla de St George en Windsor según un encargo del duque de Edimburgo. La interesante armonía y cómo Britten consigue ir directo a mostrar el mensaje hacen de esta obra una composición que se disfruta muchísimo.

La interpretación es del Coro de la Catedral de Leicester dirigido por Christ Johns y con Simon Headley al órgano.