Magnificat
Un sábado más vamos a disfrutar de este himno evangélico de vísperas. Y hoy nos va a acompañar un grandísimo maestro, para el que todas las palabras que pueda decirte no solo son meros balbuceos sino que siempre son pocas. Es como su música: que tiene tal altura y profundidad que nunca seremos capaces de apreciarla como se merece... ¡Pero ahí estamos!
Una de sus obras más conocidas son sus Vesperae solennes de confessore, K. 339. Fue una obra compuesta en 1780 y parece que lo fue para ser usada en la catedral de Salzburgo. Eso de "de confessore" fue un añadido posterior, dando a entender que la obra debía interpretarse para el día de algún santo (o confesor). De ellas, te propongo disfrutar de este Magnificat, que es con la que termina la obra. Está compuesto en Do Mayor y tiene ese brillo característico de Mozart, que tanto nos hace disfrutar. ¡Una auténtica maravilla!
La partitura de las Vísperas completas puedes seguirla aquí.
La interpretación es de Lynne Dawson (soprano) y el Coro del King's College de Cambridge.