Seguimos pasito a pasito nuestra andadura por la Misa en Si Menor. Con el fragmento de hoy terminaremos la parte del Kyrie. Muchos compositores, al redactar una misa tratan el Kyrie como un todo pero no así Bach que lo trata en tres fragmentos (de los que ha hemos escuchado dos). Verás hoy qué curiosa grabación te traigo.

Como debes saber la Misa en Si menor de Johann Sebastian Bach (1685-1750) es una de las últimas obras compuestas por él. Es una especie de canto del cisne, y Bach nunca la vio interpretada de forma completa como un todo. La sola obra es como los "grandes éxitos" de Bach ya que está compuesta de trozos que Bach usó aquí y allá en cantatas y otras obras. En su conjunto suponen un compendio de su arte compositivo. Parece chocante que un compositor luterano compusiese una obra en latín pero no es tan sorprendente. De hecho, el propio Lutero aconsejaba usar el latín para las festividades importantes, de ahí que Bach empezara a construir la misa por medio del Sanctus, que compuso para el día de Navidad de 1724. Cuando Bach acabó la obra la envió dedicada al Elector de Sajonia, Federico Augusto II, pidiéndole le fuese concedido el título de Maestro de Capilla de la Corte de Sajonia, cosa que consiguió en 1736.

Este segundo Kyrie que te traigo hoy no es una mera repetición del primero (cosa también habitual entre otros compositores) sino es una composición nueva. Está compuesta de forma fugada para coro a cuatro partes, pero escrito con un lenguaje arcaico (en "stilo antico"), pero aún presente en muchos maestros de la época. El cromatismo con el que Bach "rellena" el movimiento constituye un asombroso contraste entre el primer kyrie y el lírico christe.

Como siempre, la partitura de la obra (del Kyrie completo) la tienes aquí.

La interpretación a la que hacía referencia es curiosa porque está dirigida por el actual kantor de Santo Tomás de Leipzig. Es el decimosexto kantor (maestro de capilla) después de Bach. Aquí tienes esta obra que nos traen el Thomanerchor y la Gewandhousorchester de Leipzig dirigidos por Georg Christoph Biller, interpretado en la propia Iglesia de Santo Tomás de Leipzig.