Que los compositores intentan poner en música todo es algo obvio. En este caso, una cosa tan aparentemente prosaica como las calles de Madrid, pero que a la vez le dio mucho juego al compositor. Esta música se ha hecho especialmente famosa. Incluso creo que actualmente hasta se utiliza en algún anuncio de televisión...

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Seguro que alguna vez has escuchado hablar de Luigi Boccherini (1743-1805), italiano nacido en Lucca. Dado que su padre era un famoso contrabajista, pronto se inició en la música siendo uno de sus primeros intereses el chelo. Estudió en Roma y, gracias a que fue nombrado violonchelista y compositor de la capilla del infante Luis Antonio de Borbón, permaneció varios años en Madrid, donde falleció. Aunque fue a Madrid con mucha ilusión allí se encontró mucha hostilidad sobre todo porque era un músico de gran talento y por esto era envidiado.

Para inmortalizar la vida en la capital española en su época, Boccherini compuso Musica notturna delle strade di Madrid, Op. 30, nº6 ("Música nocturna de las calles de Madrid"). Se trata de un quinteto (que Boccherini llamó un "quintettino") para instrumentos de cuerda compuesto hacia 1780. Ha sido utilizada en múltiples ocasiones, el propio Boccherini la incluyó en otras obras, y otros compositores lo han glosado. Se publicó algo tarde ya que el compositor no tenía muy en estima la obra.

Está compuesta para dos violines, viola y dos violonchelos y sus partes son: Le campane de l’Ave Maria, Il tamburo dei Soldati, Minuetto dei Ciechi (en esta parte los violonchelistas tocan sus instrumentos como si fueran guitarras), Il Rosario, Passa calle, Il tamburo, Ritirata.

Si quieres seguir la partitura, puedes leerla haciendo clic aquí.

Hoy te traigo esta deliciosa obra interpretada por Le Concert des Nations dirigido por Jordi Savall.