Música sobre música para la navidad



¡Feliz miércoles! Creo que ya va siendo hora de que traiga algo de música navideña, ¿no? Dije que no iba a atosigarte con demasiada pero veo que la cosa me está quedando algo corta. Voy a paliar esto con una obra impresionante que en realidad no es navideña pero guarda relación. Hoy te traigo a un gran maestro del siglo XX que ha aparecido demasiado por aquí pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena como dice el refrán. Disfrutemos hoy de una obra muy bella.

La compuso Marcel Dupré (1886-1971), compositor francés nacido en Ruán. Era el organista más relevante de su época, en una tradición aún romántica tanto en cuanto a composición como interpretación. Su padre era organista y pronto Guilmant le dio clases privadas. Luego lo hizo en el Conservatorio de París con VIerne y Widor; con diez años dio su primer concierto. En 1920 interpretó toda la obra de Bach al órgano y a partir de ahí dio multitud de conciertos incluso en Estados Unidos (en 1953 había dado 1900 recitales). Era un asombroso improvisador y también un gran compositor, no solo de música para órgano sino también, por ejemplo, conciertos. También era un buen pedagogo que escribió libros sobre la interpretación del órgano. Como profesor lo fue de Jehan Alain y Olivier Messiaen. En 1934 sucedió a Charles-Marie Widor como organista de la Iglesia de San Sulpicio de París, puesto que mantuvo hasta su muerte con 85 años.

Dupré nos ofrece hoy Variations sur un vieux Noël, op. 20, obra para órgano publicada en 1923. Esa canción navideña en la que se basa es el «Noël nouvelet», que Dupré nos muestra al principio y que suena casi como el «Ave maris stella». El maestro presenta el villancico al principio de una forma sencilla. A partir de ahí va mostrando todo su arte en las variaciones ya que lo hace de formas casi inimaginables: con contrapuntos vivos, armonías audaces, etc. Los dedos y los pies del organista casi tienen que ejecutar pasajes endiablados yendo el maestro más allá de los puros fuegos artificiales. Además, su sabiduría también se muestra en la cuidadosa registración del órgano. Podemos escuchar la voz humana, voz celeste, trompetas y demás registros poderosos del órgano, en una composición que solo podemos calificar de exquisita.

La interpretación es de Daniel Roth al órgano Cavaillé-Coll de la Iglesia de San Sulpicio de París.

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