¡Feliz miércoles! Hoy vamos a disfrutar de una obra que seguro que tendremos que escuchar varias veces, porque nos arrastra su ritmo (mérito a la interpretación) y porque nos produce una alegría inesperada, algo no fácil de conseguir.

Quien la ha compuesto es Jean-Baptiste Lully (1632-1687), compositor francés de nacimiento italiano en Florencia (y de nombre original Giovanni Battista Lulli). No está de más recordar la trágica muerte de Lully. En su época, era común que los directores de orquesta hiciesen sus funciones usando un gran bastón con el que marcar el compás y con suficiente envergadura para que toda la orquesta lo viese (solían tocar de pie excepto los que requiriesen estar sentados). El 8 de enero de 1687 estaba dirigiendo un Te Deum como acción de gracias por la reciente recuperación de una enfermedad que había sufrido el rey. Con el énfasis en la dirección, se dio un golpe en un dedo del pie con tan mala suerte que le produjo una herida que terminó infectándose y produciéndole gangrena. Se negó a que se le cortase el dedo y se extendió por todo el cuerpo, causándole la muerte.

Una de sus grandes tragedias líricas (no es exactamente una ópera) es Alceste, ou Le triomphe d'Alcide, estrenada en 1674 en París y con texto de Philippe Quinault basado en Eurípides. Uno de sus movimientos instrumentales es la Loure pour les Pêcheurs (también conocida como Air pour les matelots), que vamos a escuchar ahora. Una loure no es más que una giga de ritmo más lento que tiene su origen en Normandía y toma su nombre de un instrumento homónimo parecido a una gaita.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí (página 64 del pdf).

La interpretación es de Le Concert des Nations dirigido por Jordi Savall.