Música positiva - Brahms



Cuando te traje en estas músicas positivas a este maestro en otra ocasión te dije que quizá llamaba la atención que pudiese componer algo capaz de hacernos esbozar una sonrisa. Lo digo en el sentido de que su música es muy sesuda y arrebatadoramente romántica... Pero eso no es un obstáculo para que el maestro sea capaz de añadir una pizca más a nuestro optimismo.

Voy a hablarte algo de Johannes Brahms (1833-1897), compositor alemán nacido en Hamburgo. En realidad es una curiosa anécdota de él con Franz Liszt. Al joven Brahms le fue presentado el maestro Liszt pero el hamburgués estaba tan nervioso que no pudo tocar para él. Eso no le importó al maestro de Raiding y cogió un scherzo de Brahms que había en una mesa; se puso a tocarlo a la vez que hablaba sobre él. Brahms quedó impresionado por ese hecho. Años más tarde a Franz Liszt se le pidió tocar una de sus sonatas y decidió hacerlo con una reciente que acababa de componer y con la que estaba satisfecho. Cuando llegó a parte más expresiva de la obra miró hacia el auditorio a ver si estaba teniendo en debido impacto emocional. Se sorprendió al ver a Johannes Brahms que no solo no le parecía muy intensa sido que estaba tranquilamente dormitando en su asiento.

De este maestro te propongo escuchar el tercer movimiento de su Concierto para violín en Re Mayor, op. 77. Fue compuesto en 1878 y fue dedicado a Joseph Joachim. Este dijo que los alemanes tenían en propiedad cuatro conciertos memorables: los de Beethoven, Brahms, Mendelssohn y Bruch. Como toda gran obra, no estuvo exenta de controversia. Parece ser que Hans von Bülow dijo que el concierto estaba escrito "contra el violinista" y nada menos que Wieniawski dijo que era "intocable". Sarasate declinó tocarlo porque se negaba a estar con el violín bajo en brazo sin tocar escuchando cómo el oboe tocaba la única bella melodía de la obra... De este monumento de la historia de ofrezco el tercer movimiento. Lleva la indicación "Allegro giocoso, ma non troppo vivace - Poco più presto". Está escrito en 3/4 y con forma rondó con un tema de carácter zíngaro que seguro te llevará a coger aire y sonreír. ¡Disfrútalo!

La partitura de la obra puedes conseguirla aquí.

La interpretación que te traigo es la de Itzhak Perlman (violín) y la Orquesta Sinfónica de Chicago dirigida por Carlo Maria Giulini.

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