Oh gloriosa Señora

O gloriosa Domina, Grossi da Viadana

¡Feliz sábado! Como siempre en este día te ofrezco música dedicada a la Virgen, la madre de Dios. Tradicionalmente el sábado ha sido el día en el que la Iglesia ruega más intensamente a ella que interceda por nosotros y por ello también quiero contribuir con una pequeña composición musical, por lo menos una vez por semana. Quien nos visita hoy es un maestro desconocido pero que escribió una música de gran calidad.

Ludovico Grossi da Viadana

Se trata de Lodovico Grossi da Viadana (c. 1560-1627), maestro italiano nacido en Viadana, cerca de Parma. Fue muy considerado en su tiempo y le dio un gran impulso al concierto vocal con bajo continuo dentro de la música religiosa. El nombre de Viadana lo tomó cuando entró a formar parte de los franciscanos antes de 1588. Se ha dicho que fue discípulo de Costanzo Porta pero no está claro. Fue maestro de capilla de la catedral de Mantua y mantuvo relaciones con Padua y con la capital. La mayor parte de su obra conservada es de género religioso y su estilo va del falsobordone más estricto a la polifonía  más genuina. Sus misas (publicadas en 1596) fueron muy populares. Se le atribuye haber elaborado la primera publicación en la que un bajo continuo aparecía en la música vocal sagrada. Ello ocurrió en su Concerti ecclesiastici, op 12, publicado en 1602. Como vemos fue un pionero en la música religiosa que empezó a abandonar los estrictos patrones polifónicos de la época y recibir los aires nuevos de la música profana. En sus últimas obras, verdaderamente monódicas, nunca abandonó el sentimiento de melodía.

Ejemplo de todo ello es su obra titulada O gloriosa Domina. Es, precisamente, una obra para voz y continuo en ese nuevo estilo que el maestro preparó para la música religiosa. La voz declama el texto en una monodia que está totalmente atenta al contenido del texto, que alaba a la Virgen como señora de todo. Parece que estamos en presencia de una composición profana por el estilo pero Viadana se encarga de darle un total contenido religioso para deleitarnos con esta maravilla.

La interpretación es de Elektra Papasimakis (soprano) y Steffi Köpfler (órgano).

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