Ojalá te escuche el Señor
Más o menos esa es la traducción del título de hoy. Toda una buena declaración de deseo, ¿no? La obra es impresionante de esas que te insuflan espiritualidad. Hay quien piensa que la música de ese estilo y época peca de un exceso de teatralidad (por decirlo de una forma) pero si se consigue trascender eso queda unas obras bellísimas, como la de hoy.
Una de las formas religiosas que cultivó Campra fue el grand-motet. Uno de ellos es el que te traigo hoy, titulado Exaudiat te Dominus. Se trata del salmo 20 y es una obra que durante mucho tiempo fue atribuída a Blanchard. Se cree que fue interpretada en los Inválidos de París, en 1703, para dar gracias por la recuperación del rey de una enfermedad. En un momento de la obra suenan dos trompetas acompañadas por timbales y órgano; es el sonido de la guerra. Precisamente, la instrumentación tan especial que usa Campra y su brillantez en cuanto a la composición lo que hace de esta obra una maravilla para nuestros sentidos.
La interpretación que te ofrezco es la de Les Arts Florissants dirigido por William Christie.