Omnipotente creador Dios

¡Feliz lunes! La primera semana de Cuaresma ya va marchando y nosotros vamos a hacerlo aquí disfrutando de una música de nuestro patrimonio más preciado. No es la primera vez que te lo traigo por aquí y hay que reconocer que es una fuente inagotable de obras que son impresionantes. Impresionantes por su antigüedad, por todo lo que han supuesto, y por lo que viajan dentro de nuestra interioridad. Espero que consiga justo esto, ya que es lo propio de este tiempo cuaresmal.

Una vez más viajamos al mundo del Códice Calixtino. Se trata de un valioso manuscrito del siglo XII que hace unos años se vio envuelto en un rocambolesco robo digo de una novela negra. Es una guía medieval para todos los que hiciesen el camino. Pero no una guía al estilo de la michelín sino que contiene himnos, sermones, textos litúrgicos, milagros, etc. Se hicieron varias copias de ese preciado volumen pero el de Compostela es el más antiguo, cuyo título original es «Liber Sancti Jacobi». Los textos no fueron escritos a la vez pero sí fueron recogidos en un volumen que solo puede calificarse de precioso y de tesoro, no solo para nuestro país sino para la historia universal. No se conoce su autor pero sí se sabe que las últimas obras parece ser que fueron compiladas por un monje francés llamado Aymeric Picaud. La obra está dividida en cinco libros y dos apéndices. Quizá sea más conocido el quinto libro, titulado «Liber Peregrinationis», que es la guía de camino para todos los que se dirigen a la capital compostelana. El primero contiene diversos cantos, himnos y elementos litúrgicos católicos, que es quizá lo que más nos interesa aquí.

De este códice vamos a escuchar el Kyrie Cunctipotens genitor Deus. Una larga tradición litúrgica ha considerado este kyrie como aquel que posee texto y melodía relacionados durante más tiempo con la misa de un apóstol. Escuchamos una melodía florida, propia del estilo medieval y también propia del estilo calixtino. La composición está atribuida a Magister Gauterius de Castello Rainardi. Se trata en realidad un kyrie tropado ya que entre cada una de las tres invocaciones (kyrie, christe, kyrie) se inserta un texto que sirve de meditación y de embellecimiento. Una maravilla.

La interpretación es del conjunto Sequentia.

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