Quinteto para un aniversario

¡Feliz viernes! Hoy termina el mes de enero y no quiero que se me pase el mes sin presentarte una efeméride importantísima que además quiero recordarla regularmente en este blog. Se trata que en este 2020 celebramos el 250.º aniversario del nacimiento de Beethoven. Por ello, a partir de hoy (con música de él), cada semana segunda y cuarte de mes (en la medida de lo posible) te voy a traer algo de música de este gran maestro. ¡Comencemos!

Comencemos hablando algo de Ludwig van Beethoven (1770-1827), compositor alemán nacido en Bonn. Musicalmente hablando, podemos decir que Beethoven fue el fundador del siglo XIX ya que su creatividad le llevó a plantarse de lleno en la base de este siglo. De joven tocaba la viola en varias orquestas y se hizo amigo de varios artistas. Poco a poco fue cada vez más conocido y le fueron encargadas obras. En 1792 se marchó a Viene para estudiar con Haydn y ambos terminaron siendo amigos; igualmente, estudió con Antonio Salieri. Alrededor de 1800 empezó a notar que su oído fallaba y fueron creciendo en él las tendencias antisociales. A pesar de ello, esos años fueron muy fecundos creativamente hablando, a la vez que las dificultades personales crecían en su vida. Sus últimas composiciones (sobre todo obras para piano y de cámara) tienen un aura que casi podríamos catalogar de mística.
Disfrutemos de su Quinteto para piano e instrumentos de viento en mi bemol mayor, op. 16. La distribución de instrumentos es: piano, oboe, clarinete, fagot y trompa, similar al K 452 de Mozart. El de Beethoven fue estrenado en 1797 y fue un rotundo éxito. La obra suele enfrentar al piano con los otros instrumentos, de forma que a veces parece un concierto de cámara para piano. El primer movimiento, Grave - Allegro ma non troppo, presenta una lenta introducción y luego en tema más animado presentado por el piano. Tras un asombroso desarrollo, Beethoven lo termina con una amplia coda. El segundo es un andante cantabile. Tiene un diseño en forma de rondó con dos episodios contrastantes. La melodía inicial para piano solo va teniendo un acompañamiento más robusto por medio de los vientos. Termina con un Rondo: allegro ma no troppo. Sigue un esquema mozartiano y el tema es de una exuberancia especial.
La partitura de la composición puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Klara Würtz (piano), Henk de Graaf (clarinete), Hans Meyer (oboe), Peter Gaasterland (fagot) y Martin van de Merwe (trompa).