Reina del cielo



¡Feliz sábado! ¡Y muy feliz fin de semana! Para esta semana en la que te he traído íntegramente religiosa no podía faltar la antífona mariana tradicional para el tiempo pascual. Si hemos disfrutado (casi obviamente) de la música coral en estos días hoy vamos a seguir así. Quisiera que prestáramos atención a la música de un grandísimo maestro que seguramente no relacionaríamos con música religiosa... ¡A ver si lo adivinas!

A quien quizá no relacionaríamos con ese tipo de música es a Johannes Brahms (1833-1897), maestro alemán nacido en Hamburgo. Se cuentan muchas anécdotas relacionadas con este maestro. Por ejemplo, una muy graciosa mientras estaba con Max Bruch. Ambos habían bebido en el pub favorito del maestro y cuando salieron escucharon a un borracho "cantar" fuera de la sala. Brahms le dijo a Bruch: "¿Es que están cantando tu nuevo oratorio?". Ya he contado en otra ocasión que tenía un carácter totalmente irascible. Cuando estaba en una reunión con varios amigos suyos (que sin duda debían conocer su forma de ser) se puso a gritar insultándolos a todos. Cuando terminó de semejante cosa dijo: "Si hay alguien a quien no haya insultado, le pido perdón". Así era este hombre, compositor de música maravillosa.

Una de ellas es esta pequeña maravilla, su Regina coeli, pertenecientes a su colección "Tres coros sagrados, op. 37". No fueron publicados hasta 1865. Es uno de los ejemplos del contrapunto más austero del maestro y de su capacidad para escribirlo. En esta pieza, la estructura subyacente es la de un canon en inversión. Brahms va aligerando la textura mediante la interpolación de diversos "aleluyas" que incluso nos lleva a recordar casi a Giovanni Gabrielli. Además, también el maestro se encarga de no engrosar las líneas ya que la pieza está compuesta para coro de voces femeninas, dos sopranos y dos altos, junto con solistas. Una obra que necesita muchas escuchas para ser saboreada.

La partitura puedes descargarla aquí (página 7).

La interpretación es del Coro Femenino Zoltán Kodály.

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