Este himno al Santísimo es el que espero que alegre algo tu día de hoy. Se trata de una obra polifónica impresionante de un maestro (otro) muy poco conocido en estas latitudes. En su país natal fue una autoridad en su época pero, desgraciadamente, ha ido cayendo en el olvido, subsanado por uno de los mejores coros del mundo (el mejor para mí).

Se trata de Antonio de Salazar (c1650-1715), nacido en Puebla (México). Antes de ser maestro de capilla de su ciudad natal fue allí músico de bajón (fagot antiguo). Compuso obras polifónicas y canciones diversas, incluso usando textos de sor Juana Inés de la Cruz. No solo se dedicó a composiciones religiosas sino también profanas, entre ellas ensaladas, villancicos, jácaras, etc. Como homenaje a sus méritos fue enterrado en la catedral de Ciudad de México.

Uno de sus motetes más destacados, el que te traigo hoy, es O Sacrum Convivium, a ocho voces en doble coro. En él utiliza las más refinadas técnicas del contrapunto, destacando la imitación y la escritura antifonal, a la vez que un juego rítmico que toda a la pieza de una calidad muy sutil y magnífica. El musicólogo y director Bruno Turner lo califica como el último compositor que usó técnicas conservadores antes de que se impusieran las nuevas directrices de Palestrina.

Aquí la tienes interpretada por el para mí mejor coro del mundo: Westminster Cathedral Choir dirigido por James O'Donnell.