Saludo a la luz más pura



¡Feliz miércoles! Para este día de mediados de semana te propongo escuchar música de un maestro que creo que nos visita por primera vez. De nuevo te traigo música religiosa en esta semana después de Pentecostés. Algo más de todas formas está por venir; espero que no te defraude. La composición también es breve pero intensa, llena de esa luz pascual tan característica, como nos dice también el título. Prepárate para pasar tres minutos con una obra que solo podemos calificar de deliciosa.

Te presento a Charles Wood (1866-1926), compositor irlandés nacido en Armagh. Comenzó cantando en el coro de la catedral de su ciudad natal en cuya escuela estudió. Luego lo hizo en el recién creado Royal College of Music (con Parry y Stanford) y del que terminó siendo profesor así como en el Gonville and Caius College de Cambridge. Entre sus discípulos están Ralph Vaughan Williams y Herbert Howells. Actualmente es conocido como compositor de música religiosa. En ella muestra la cohesión y la textura de su maestro Parry pero también compone con una visión más sinfónica. A pesar de ello su producción sinfónica y camerística es muy reducida, aunque intentó componer alguna ópera y lo hizo con éxito en el género sinfónico y del cuarteto. En sus obras vocales muestra un dominio asombroso de las formas, mostrándose como una gran maestro. En ellas a menudo incluye poderosos momentos en unísono con intervenciones del órgano que crean una fuerza y le dan una espacialidad muy destacada.

Su obra más famosa es quizá el anthem Hail, gladdening light. Está escrita para ocho voces distribuidas en dos coros de cuatro. Sin duda se trata de una obra compuesta con los coros profesionales de Cambridge en mente. Es una maravilla comprobar cómo Wood hace dialogar en todo momento los coros de una forma jubilosa. El texto del himno es una traducción de John Keble del texto griego del siglo III «Phos Hilaron», lo cual es una muestra de cuán apego tenía Wood a las cuestiones religiosas. Con esta obra solo podemos maravillarnos del fino arte del maestro, que crea un ambiente muy especial.

La partitura de la composición puedes conseguirla aquí.

La interpretación es del Coro del King's College Cambridge dirigido por Stephen Cleobury.

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