Salve, Estrella del Mar



¡Feliz sábado! En este día mariano por excelencia me anticipo a la festividad de mañana, la de Nuestra Señora del Carmen y te traigo bella música. Era para mí totalmente desconocida hasta la descubrí, al igual que su compositor. ¿Te has dado cuenta de que es posible que conozcamos por lo menos tantas obras como las que desconocemos? Y no porque no se hayan descubierto sino porque casi nos es imposible escucharlo todo. Poco a poco, disfrutemos de estas joyas.

Nos visita hoy Trond Kverno (1945), maestro noruego nacido en Oslo. Es también organista y profesor de música. En la capital noruega estudió con Knut Nystedt y luego se graduó pasando a estudiar en el conservatorio de su ciudad natal. Obtuvo diferentes distinciones en cuanto a resultados académicos y también se dedicó durante un año a estudiar teología. Es una de las figuras clave de la composición noruega y también dentro de la Iglesia Ortodoxa de ese país. De ella es sacerdote y se ha visto involucrado en la reforma de la liturgia noruega. Sus obras son fundamentalmente religiosas y para órgano, sobre todo vocales, y muy entroncadas con el folklore patrio. En su juventud fue un compositor bastante radical pero poco a poco su estilo se fue suavizando. Su contacto con el gregoriano hizo que ese estilo se hiciese más atemporal, convirtiéndose en otro mago de la música coral, como vamos a comprobar.

En 1976 compuso este Ave Maris Stella. La obra es sencilla pero a la vez compleja y muestra una gran variedad de dinámicas. Es como una especia de crisol con su bella simetría. En la primera estrofa se entrelazan las voces de las soprano y las contraltos, reflejándose una en otra alrededor de una nota central. Las voces masculinas entran en eco y en octava, también de forma simétrica. En la tercera estrofa todas las voces cantan unidas, con tenores y bajos un compás aparte de sopranos y altos. Es evidente que Kverno quiere hacer uso aquí de importantes técnicas contrapuntísticas como el canon, la escritura policoral y el canto gregoriano, presente en la conclusión de la pieza.

La partitura de la misma puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Coro de la Universidad de Utah dirigido por Brandy Allred.

Volver arriba