¡Feliz sábado! Hoy es el primer sábado de marzo y también vamos a tener música de contenido mariano, que es lo que hacemos aquí todos los sábados. Te voy a presentar a un maestro contemporáneo pero cuya música no debe asustarte porque es muy agradecida para nuestros oídos. A veces el apelativo de contemporánea hace que la rechacemos casi de plano pero a veces resulta algo injusto porque nos perderíamos así verdaderas maravillas. Es el caso de nuestra composición de hoy. Yo siempre procuro traerte pata negra por aquí. ¡Disfrútala!

Te presento a Marek Raczyński (1982), compositor polaco nacido en Poznan. En su producción abunda la música coral aunque también se muestra seguro con otros géneros. Cantó durante más de una década en los «Ruiseñores de Poznan» y eso le hizo amar la música para coros. Tuvo ocasión de estudiar sólidamente en la Universidad Chopin de Varsovia y ha tenido también oportunidad de estudiar con Pawel Lukaszewski. También ha estudiado psicología y esto porque los intereses del compositor no solo se limitan a la música sino que son más amplios y eclécticos. Como es de esperar, Raczyński ha conseguido multitud de premios en los que se reconoce su valía como compositor y la profundidad de sus obras. La música de este compositor no es para nada radical ni experimental sino que se adapta como un guante a nuestros oídos y a nuestro interior, haciéndonos disfrutar de una forma especial.

Esto lo vamos a comprobar en su antífona Ave Regina Caelorum, obra para coro a cuatro voces compuesta en 2012. La composición ganó un año más tarde la tercera edición el concurso internacional de compositores Feliks Nowowiejski. El compositor mira evidentemente a nuestra tradición europea ya que usa el texto de la antífona mariana que empieza a cantarse desde el 2 de febrero en el rezo de completa hasta la próxima Semana Santa. En la composición hallamos belleza y luminosidad por todos los lugares Usa amplios saltos interválicos, voces paralelas y una armonía con acordes que casi parece se extinguen en el infinito a la vez que recurre a otras técnicas como el susurro. El resultado es emocionante.

La interpretación es del Minimus Vocal Ensemble.